Mathieu van der Poel es, con diferencia, el mejor corredor masculino de ciclocross del planeta en estos momentos, de eso no hay duda. El último ejemplo de ello, una fabulosa victoria en la
Copa del Mundo de Ciclocross de Amberes.
Esta vez, ni siquiera una salida desastrosa pudo detener al campeón del mundo. "Me salí del pedal", explicó Van der Poel después de la carrera. "Entonces me encontré a mí mismo en el caos. Así que tuve que tomarme mi tiempo para volver a la cabeza. Pero sentía que las piernas estaban bien, así que no entré en pánico y me tomé mi tiempo. Siempre mantengo la calma. Pero acabas en el caos, pasaron todo tipo de cosas. Era importante intentar avanzar lo más tranquilo posible".
Una vez que volvió a la cabeza de la carrera, van der Poel continuó avanzando, dejando atrás a todos sus rivales y logrando una victoria dominante. "Había algunas partes en las que se podía adelantar fácilmente, así que nunca tuve que entrar en pánico", recuerda. "Y también marca la diferencia rodar con buenas piernas. He tenido un año muy bueno en la carretera. Y los problemas de espalda con los que luché el año pasado en cross country están muy bien actualmente. Entonces puedo perder fuerza. Creo que esa es la mayor diferencia. Está yendo bien, no me puedo quejar".
"Estaba sentado detrás de
Eli Iserbyt. Ha cometido un error y me he dado cuenta de que estaban teniendo problemas con el paso por la arena, así que he intentado conducir lo más suavemente posible. Enseguida conseguí un hueco", concluye van der Poel, que se puso por delante de
Wout van Aert, segundo, y de Iserbyt, tercero. "Esperaba que se miraran detrás de mí, porque ha sido una carrera bastante rápida, con bastante viento. Pero pude mantener mi ritmo y me sentí bien hasta el final".