El podio de la última prueba de la Copa del Mundo de la Ciclocross, disputada el sábado por la tarde en Hulst, y que será recordada por los lamentables incidentes provocados por el escupitajo de
Mathieu van der Poel a un aficionado y el cabezazo de Tom Pidcock a un rival, permitió a
Lars van der Haar recortar distancias en la clasificación general con el líder
Eli Iserbyt. A pesar de ello, el neerlandés no espera remontar la desventaja.
"Iserbyt ha ganado básicamente esa clasificación durante mucho tiempo. La posibilidad de que nosotros ganemos esa clasificación es muy, muy pequeña", dice van der Haar en su entrevista posterior a la carrera, a pesar de que Iserbyt fue un DNF (no acabó la carrera) en un día dramático en Hulst. "Simplemente hicimos una gran competición e intentamos subir al podio, por nosotros y por los demás".
Van der Haar terminó tercero, por detrás del ganador, Mathieu van der Poel, y del segundo, Joris Nieuwenhuis. A pesar de su positiva actuación, el campeón nacional neerlandés sigue siendo realista sobre sus esperanzas en la clasificación general.
"Lleva una ventaja de unos setenta puntos. En principio, reúne un máximo de veinte o veinticinco puntos cada vez. No ocurrirá pronto. Esa puntuación está muy podrida", se lamenta. "Eli ha empezado muy bien la temporada y sigue pilotando muy bien, así que espero pocas diferencias".