Parece que
Mathieu van der Poel le está poco a poco cogiendo el gusto al
Tour de Francia. Al principio de su carrera, la superestrella neerlandesa decía que se aburría porque eran muchos kilómetros y tampoco tenía la posibilidad de hacer gran cosa, pero en este inicio de edición de 2025 está demostrando el nivel estratosférico al que nos tiene acostumbrados en las clásicas de primavera.
Tras ganar la segunda etapa, gracias a la que se ha hecho con el maillot amarillo, habló con los medios de la carrera: "El final fue mucho más duro de lo que había imaginado. Iba realmente motivado, con hambre de victoria. Hacía ya cuatro años desde mi último triunfo en una etapa... ya tocaba. Había llegado el momento", dijo el hombre de 30 años del
Alpecin-Deceuninck.
En la línea de meta superó a Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard y otros corredores de talla mundial: "Y cuando miro atrás y veo el nivel de los corredores contra los que me medí en ese final, no puedo evitar sentirme muy orgulloso de lo que hice. Fue otro día tenso, de esos en los que la batalla empieza desde el kilómetro cero. Y sinceramente, todo lo que venga después de esto ya es un bonus. Haber ganado hoy, con este esfuerzo, con esta entrega... eso ya vale muchísimo."
Mathieu van der Poel y Jasper Philipsen, ganadores de las dos primeras etapas del Tour de Francia 2025
Van der Poel tiene ahora 4 segundos de ventaja sobre Pogacar y 6 con respecto a Vingegaard en la clasificación general. Ni que decir tiene que no es su objetivo, pero tratará de mantener el maillot amarillo el mayor número de días posible. Después de arrebatárselo a su compañero de equipo Jasper Philipsen, Van der Poel debería aguantarlo al menos hasta la contrarreloj del miércoles 9 de julio, correspondiente a la quinta etapa. Ahí será mucho más complicado, especialmente teniendo en cuenta el nivel del esloeveno y del danés en el ejercicio.