A los 22 años, el corredor del Lotto Soudal
Xandres Vervloesem ha anunciado su retirada, y junto a ella ha compartido palabras muy significativas y una experiencia que fue muy difícil.
"Ya de joven, sólo se asociaba a mí la palabra ciclista. Entonces es peligroso perderse en ella", dijo Vervloesem en una entrevista con Sporza. "Vivía como un cura porque pensaba que las carreras me harían feliz, pero lo cierto es que no era feliz".
Vervloesem fue promocionado como un gran talento como corredor sub-23, ganando en 2020 la Ronde de l'Isard, una de las principales carreras de escaladores sub-23. Sin embargo, no pudo dar ese paso a las filas de Elite, acumulando menos de 50 días de carrera en dos años con Lotto Soudal, y finalmente anunciando su salida del ciclismo profesional.
"La diversión empezó a decaer cuando acabé allí con 18 años", explica sobre su paso por el equipo de desarrollo del Team DSM. "De repente descubrí que ser ciclista es mucho más que montar rápido en bicicleta. Los datos determinaron de repente mi vida y eso fue un golpe amargo para mí".
Lo que relata Vervloesem no es raro en el ciclismo profesional, ya que la tensión física y mental pasa factura a los ciclistas, y la realidad de ser un corredor de alto nivel incluye hacer sacrificios y concentrarse de una manera que es difícil de aplicar sistemáticamente. Además, cuando los corredores luchan por conseguir resultados para sí mismos o, en el caso concreto de Vervloesem, ven cómo su equipo desciende del World Tour por falta de ellos, los problemas se agravan.
"Cuando era corredor y conocí a mis ídolos, también perdí la pasión por la carrera. Mis ídolos resultaron ser gente corriente con muchas inseguridades. Vi cómo era su vida de ciclista de élite y me pregunté: ¿quiero yo eso? Corriendo más tiempo me habría hecho aún más daño a mí mismo", concluyó.