Después de dos meses de ausencia del pelotón,
Wout van Aert está listo para regresar a la competición este jueves en el
Tour de Noruega. Sin embargo, su camino hacia este momento ha sido todo menos sencillo. Una fractura de clavícula, costillas y esternón lo mantuvieron alejado de las carreteras durante un período prolongado, afectando no solo su físico, sino también su estado mental: no sabe aún si correrá el
Tour de Francia.
"Se ha alargado más de lo que pensaba o esperaba. Lo subestimé. En mi cabeza solo quedaba la clavícula rota como veredicto. La rehabilitación fue de arriba abajo, porque tuve recaídas ocasionales", compartió van Aert en una entrevista con Sporza. "Era difícil de aceptar. Estaba cansado de tener que ver la carrera por televisión".
La caída de Van Aert no solo lo dejó fuera de competencia, sino que también trastocó sus grandes objetivos de la temporada de primavera: el Tour de Flandes y París-Roubaix, además de su tan esperado debut en el Giro de Italia. Una temporada que prometía ser monumental se vio truncada en un instante por un accidente en las carreteras de Flandes. "Sospecho que de todas formas no estaba disfrutando, aunque desde mi perspectiva no parecía tan malo. Hasta París-Roubaix. Fue un día muy difícil".
Sin embargo, en medio de la adversidad, Van Aert encontró un nuevo enfoque. La prioridad pasó de las victorias en las carreteras a la recuperación física y mental. "Entonces me di cuenta de que todavía estaba muy lejos de competir. Las cosas no cambiaron hasta hace dos semanas, cuando fui a España a una concentración. Antes podía pedalear todos los días, pero desde España también pude entrenar".
Con el tiempo, la forma física comenzó a regresar, y ahora, en el Tour de Noruega, Van Aert busca recuperar el ritmo de carrera perdido. Aunque las expectativas de obtener una victoria de etapa pueden parecer modestas, para él, este evento es un trampolín hacia desafíos mayores. "Lo ideal sería ganar cuatro etapas aquí y, a partir de ahí, llevármelo todo. Pero por desgracia no es realista. Espero poder volver a casa con confianza y luego volver a competir por una victoria en verano en las carreras más importantes, que es donde creo que debo estar".
A pesar de los contratiempos, los grandes objetivos de Van Aert para la temporada aún están firmemente plantados en su mente. Los Juegos Olímpicos y, sorprendentemente, el Tour de Francia, ahora están nuevamente en su horizonte. "¿El Tour? Eso solo es una opción en el mejor de los casos", responde con humildad. "Los Juegos Olímpicos son más realistas. La contrarreloj es dentro de dos meses. Es lo que menos dudaba. Pero solo iré a París si puedo rendir al máximo nivel".
El viaje de Van Aert hacia la recuperación y la competición nuevamente es un testimonio de su resiliencia y determinación. Aunque los obstáculos han sido muchos, su pasión por el ciclismo y su deseo de alcanzar la grandeza siguen ardiendo con intensidad. En los días venideros, el mundo del ciclismo estará atento a cada pedalada de este fenómeno belga mientras busca escribir el próximo capítulo de su extraordinaria carrera.