Urska Zigart es, con diferencia, la mejor ciclista eslovena del pelotón. Sin embargo, como ocurre en numerosas ocasiones con las superestrellas, es más conocida por ser la pareja de Tadej Pogacar. Ambos disputarán este sábado 8 de marzo la Strade Bianche 2025. En una entrevista reciente, la mujer de 28 años habló de su relación con el líder de UAE Team Emirates XRG.
"Hace tiempo que no me atrevo a ver los descensos de Tadej. Me paseo un poco por casa o limpio el baño mientras tanto, jaja. Sigo oyendo la tele desde lejos, pero no necesito verla", bromea Zigart en una entrevista con Wielerevue. La ciclista eslovena, cuarta en el Giro dell'Emilia Donne del año pasado, está evolucionando como escaladora y mucho se lo debe a su frecuente compañero de entrenamientos.
"Cuando Tadej empezó a tener éxito de repente, la gente me advirtió 'presta atención, Urska. El dinero y la fama afectan a las personas'. Pero Tadej sigue siendo Tadej. Ese chico está muy bien educado. Tadej y yo venimos de un pequeño pueblo de Eslovenia. Mónaco también es una pequeña comunidad. Cómo vives allí, lo eliges tú mismo. Algunas personas encuentran necesario mostrar sus lujosas vidas. Nosotros no. Tadej y yo también vamos a Carrefour en chándal a hacer la compra".
Sin embargo, dice que el campeón del Tour de Francia ha hecho una gran compra, que no ha mostrado. "Por fin se ha atrevido a premiarse con algo con lo que llevaba tanto tiempo soñando: un Porsche. Le apasionan los coches rápidos. No busques fotos en Instagram, porque nunca presumirá. Nuestra familia ni siquiera lo sabía". Sin embargo, en Mónaco, en particular, es poco probable que su coche llame la atención de muchos.
"Es espontáneo y sigue la corriente. Tadej nunca se estresa. Yo, en cambio, soy perfeccionista y me preocupo enseguida. Pero nos complementamos perfectamente", continúa. "Él me tranquiliza y yo le ayudo a planificar las cosas más serias. Nos cuidamos mucho y nos concedemos todo".
El dúo ha estado comprometido desde 2021 y en los últimos años han disfrutado del éxito extremo que difícilmente podría compararse con cualquier otra pareja de ciclistas en la historia del deporte. La joven de 28 años comparte una anécdota de cuando eran más jóvenes que la convenció para compartir su vida con Pogacar.
"Una vez me enfadé con Tadej. Recuerdo que mi madre se enfadó mucho conmigo. Pensé: ¿qué es esto? Soy yo la que debería estar enfadada. Mi madre me dijo: 'Urska, ¿no ves cómo te mira ese chico? ¿No ves cuánto te quiere? Es lo mejor que te podía haber pasado'. Tenía que compensarle cuanto antes".