Michael Boogerd, figura destacada del ciclismo neerlandés en las décadas de 1990 y 2000, ha recordado recientemente uno de los momentos más significativos de su carrera: su inesperada victoria en la sexta etapa del
Tour de Francia de 1996, cuando aún no era uno de los nombres consagrados del pelotón internacional.
En una entrevista reciente, Boogerd relató cómo contó con el respaldo táctico de su entonces compañero Rolf Sørensen, quien le dio luz verde para lanzar el ataque definitivo: “Me dijo: ‘Tú sal, y si te atrapan, yo estaré detrás’. Pero no me alcanzaron”, recuerda con humor.
El neerlandés logró deshacerse de Melchor Mauri en los kilómetros finales, aprovechando un error de trayectoria del español en una curva mojada. “Había tormentas, granizo y muy poca visibilidad. Hoy en día, probablemente esa etapa se habría cancelado”, añadió Boogerd, subrayando las duras condiciones meteorológicas de aquella jornada.
Uno de los momentos más curiosos que también compartió fue su papel como portavoz del pelotón durante el Juramento del Juego Limpio, una iniciativa que debutó ese año en la salida de Den Bosch. Boogerd fue el encargado de leer en público, en inglés, una serie de compromisos éticos y deportivos en nombre de todos los corredores. “Estaba nervioso como nunca. Recibí incluso una preparación especial en Hilversum, dos días de entrenamiento para leer el texto correctamente”, explicó.
Este episodio quedó marcado en su memoria, en parte por la reacción de
Johan Bruyneel, que no pudo contener la risa al verlo tan tenso. “Me dijo: ‘Menos mal que te toca a ti’. Todavía lo recuerdo riéndose”, rememoró con una sonrisa.
Cinco días después de aquel simbólico acto, Boogerd conquistaría su primera etapa en el Tour, completando así lo que él mismo describe como un “círculo perfecto” en uno de los momentos más icónicos de su trayectoria profesional.