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Flecha Valona ha consolidado su reputación como una de las clásicas más implacables del calendario ciclista, no solo por el exigente ascenso final al Mur de Huy, sino también por las condiciones meteorológicas que, año tras año, parecen conjurarse para añadir un componente épico a la carrera. Este 2025 no fue la excepción: frío, lluvia y viento marcaron el desarrollo de una jornada donde
Tadej Pogacar volvió a demostrar por qué es uno de los grandes referentes del pelotón actual.
"A todos los corredores les faltaba explosividad. Excepto un hombre", describió el periodista Karl Vannieuwkerke en el sitio belga Sporza, aludiendo al dominio incontestable del esloveno. Su colega
José De Cauwer fue aún más categórico: "Intentaron hacer una carrera dura. Pero al final, desconfían tanto unos de otros que esperan hasta el Mur. Y entonces hay un hombre que destaca".
Y ese hombre fue, una vez más, Pogacar. La carrera fue controlada, contenida, hasta que el pelotón llegó al temido muro final. Allí, la estrategia se evaporó y la realidad física se impuso: el ataque de Pogacar fue fulminante, dejando sin respuesta a rivales de la talla de Remco Evenepoel, Tom Pidcock y Ben Healy, quienes hasta ese momento habían mantenido opciones.
La expectativa tras la derrota del campeón del mundo en la Amstel Gold Race era que pudiera mostrarse vulnerable. Pero esas esperanzas se diluyeron tan pronto como el corredor del UAE Team Emirates XRG se puso en pie sobre los pedales. Su victoria no solo fue clara, sino que envió un mensaje rotundo de cara al último gran compromiso de las Ardenas: la Lieja-Bastoña-Lieja.
"Un Pogacar muy motivado estará en la salida. Algunos pensaron después de Amstel que algo iba mal con él, pero hoy ha quedado claro que los signos positivos siguen ahí", concluyó De Cauwer. Y Vannieuwkerke añadió: "Si había la más mínima duda, hoy ha quedado completamente eliminada".