Tom Pidcock intentó luchar por la clasificación general de una Gran Vuelta por primera vez en su carrera el pasado verano en el Tour de Francia. El corredor del INEOS Grenadiers, que se quedó a las puertas del top-10, cree que la preparación será clave para mejorar su rendimiento. Así pues, no cambia su estrategia, y volverá a ser 'rival' de Carlos Rodríguez en la Grande Boucle o, en todo caso, no será un gregario de lujo.
"En el Tour quiero causar una mayor impresión que el año pasado y para ello necesito prepararme mejor", explica el británico de 24 años en conversación con GCN y Eurosport. "También quiero salir con mi mayor enfoque personal en los Juegos Olímpicos con la bicicleta de montaña, así que si quiero salir en un buen lugar en el Tour, entonces necesito entrar, en un buen lugar".
Pidcock, que empezó con buen pie la temporada de carretera en la Volta ao Algarve, se clasificó sexto en la general y consiguió un impresionante tercer puesto en la última etapa en alto. "Ha sido una etapa dura, y he ido a tope todo el día. Tuve una buena patada al final, pero no fue suficiente. Dani y Remco eran un poco más fuertes, pero creo que puedo estar satisfecho. Estas primeras carreras siempre son difíciles. Estoy contento", reflexionó inmediatamente después.
Uno de los mayores obstáculos para que Pidcock sea considerado un serio aspirante al Gran Tour es, aparentemente, su falta de una contrarreloj de élite, pero eso es algo en lo que ha estado trabajando muy duro en las últimas semanas y meses.
"Estoy bastante contento con la contrarreloj. No esperaba milagros, pero no ha sido terrible. Un minuto y medio a Remco no está tan mal", reflexiona sobre sus esfuerzos contra el reloj en el Algarve. "Ha sido una contrarreloj mejor para mí que la del año pasado en esta carrera y es una disciplina que requiere mucho tiempo y energía".