Tom Pidcock continúa con su regular y buena racha en el
Tour de Francia, escalando con los mejores en el Grand Colombier y llegando justo después de
Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, con los que se vio sorprendido en el ataque final.
"Curiosamente, es un poco más fácil competir con los favoritos. Vas más rápido, así que los tramos empinados no parecen tan empinados como cuando vas más despacio", dijo Pidcock en una entrevista posterior a la carrera. "Estuve bastante bien y lo hice bien. Era una subida de diecisiete kilómetros, pero terminamos en un sprint. Vi 700 vatios en mi contador, así que sólo puedo imaginar lo que él (Pogacar, ed.) hizo".
El británico tenía la esperanza de probarse a sí mismo en una lucha por la CG este año en el Tour y, de momento, su objetivo está teniendo éxito. Ocupa el octavo puesto en la clasificación general, pero en las dos últimas etapas de montaña ha ido recuperando tiempo con respecto a los corredores que le precedían. En el Grand Colombier consiguió mantener el ritmo del grupo de la general hasta 500 metros antes de la meta, siendo el rival más cercano del dúo atacante. Acabó sacando 17 segundos a su compañero de equipo Carlos Rodríguez, que ocupa actualmente la cuarta posición de la general.
Michal Kwiatkowski hizo de esta jornada un éxito para los Granaderos INEOS con una victoria en la cima de la subida, y el británico se mostró feliz por ello: "Quizá deberíamos rebautizar el Día Nacional de Francia como el Día INEOS, después de que ya ganara el año pasado en Alpe d'Huez. Es especial porque hubo un momento en el que dudamos en dejar atrás a Kwiato para posicionarnos bien de cara a la subida final. El UAE dejó poco espacio al grupo de cabeza y aun así ganó la etapa. He preparado este Tour con él, así que es fantástico. Sé lo duro que ha trabajado para ello, así que es una recompensa maravillosa", concluyó.