Tom Dumoulin pasó uno de los peores momentos de su vida, tanto profesional como personalmente, cuando fichó por el
Jumbo-Visma. El neerlandés estaba destinado a ser uno de los líderes del equipo, pero ocurrió todo lo contrario. El ganador del Giro de Italia 2017 se hundió física y mentalmente. Es algo que él mismo ya ha comentado en varias ocasiones, y recientemente ha vuelto a dar más detalles de esa etapa.
No fue diferente en su entrevista con la revista Mezza. "Enterré la cabeza en la arena cuando llegué al Jumbo-Visma. No me atrevía a confesármelo a mí mismo. Pero me sentía fatal. Todo aquel equipo iba camino de la cima, e hicieron un gran trabajo. Yo era el único que no se sentía nada bien, que luchaba constantemente".
Dumoulin explica lo que necesitaba en ese momento: "Gente que me dijera: caramba Tom, vamos a ver juntos cómo podemos volver a ponerte en marcha", aunque comprendía perfectamente que no podían ayudarle realmente con el equipo. "Más bien tuve la sensación de que adoptaron una actitud de: sí chico, estás corriendo aquí por mucho dinero, eso requiere ciertas prestaciones. Con razón, por supuesto, pero no me sirvió para nada".
A Dumoulin le entró el pánico, sobre todo porque su cuerpo no se encontraba bien físicamente. "Cuando estalló el coronavirus en 2020, estuve en casa durante meses. Me sentía muy mal. Sólo hacía caca con mucosidad y sangre, ya no salían heces normales. No podía entrenarme bien. Al mismo tiempo, el equipo me propuso como uno de los líderes para el Tour. Fue terrible. El peor periodo de mi vida".