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París-Roubaix es una carrera de dos mitades: la primera consiste en unas dos horas sobre carreteras completamente llanas, y la segunda, en tres o cuatro horas atravesando 30 sectores adoquinados. Para afrontar los adoquines, los corredores suelen utilizar bicicletas con equipamiento especializado, pero esto puede suponer una pérdida de velocidad en el tramo inicial de la carrera. Sin embargo,
Tom Boonen considera que esto forma parte intrínseca de la prueba.
"Lo he visto 15 veces en Roubaix y nunca ha resultado efectivo. Todos los corredores que lo intentan piensan que ahorrarán energía en los primeros 100 kilómetros al rodar más rápido", comentó Boonen en el programa Wielerclub Wattage.
Ha observado a
Mathieu van der Poel aplicar esta táctica, pero el belga —cuatro veces ganador del Infierno del Norte— considera que no aporta una ventaja real. No porque carezca de beneficios en sí, sino porque Roubaix es una auténtica montaña rusa, y asumir ese riesgo en una carrera tan impredecible puede ser peligroso, ya que suele desarrollarse a un ritmo frenético de principio a fin.
"No hay que cambiar de bicicleta demasiado pronto, porque quieres aprovechar el rendimiento de una bici más rápida durante el mayor tiempo posible. Pero tampoco puedes esperar demasiado, porque entonces no llegarás a tiempo a la cabeza del pelotón para encarar el primer sector adoquinado. Demasiado estrés solo por ahorrar 15 vatios", advierte.
En los últimos años, especialmente tras la impactante victoria de Matthew Hayman en 2016, la mayoría de los equipos del pelotón se han enfocado en colocar corredores en la escapada del día. Esto les permite contar con más opciones tácticas, evitar luchas por la posición y aumentar las posibilidades de disputar un buen resultado al final. Esto ha provocado que, en algunas ediciones, los ciclistas lleguen a los adoquines tras un inicio de carrera lejos de ser cómodo.
Y si alguien opta por la estrategia de cambiar de bicicleta en medio de la carrera, puede quedar expuesto a ataques colectivos. "Los rivales estarán muy atentos al momento en que Van der Poel cambie de bicicleta. Mantendrán la carrera en marcha y se asegurarán de que le cueste volver al grupo delantero", concluyó.