Que
Thibaut Pinot aspire a las etapas o a la clasificación general en el próximo Giro de Italia es el eterno dilema para corredores como él, corredores que pueden acabar entre los 10 primeros o incluso entre los 5 primeros, pero que también pueden luchar por etapas y/o por el maillot de la montaña.
El 2º puesto en la cima de Thyon 2000 fue una buena señal para el experimentado francés de cara a su preparación para el Giro de Italia, donde debería rodar en las mejores condiciones.
Pero aún más importante, al correr fuera de su país, Pinot debería poder disfrutar por fin del ciclismo sin la inmensa presión que supone ser un corredor de la general francés en el Tour de Francia.
Si tenemos suerte, quizá podamos ver al Pinot volador de antes de su lesión de rodilla de 2019, de la que nunca se recuperó del todo, ni física ni mentalmente.