"Te das cuenta de que son tipos normales": Finn Fisher-Black, y su experiencia con Vingegaard y Pogacar

Ciclismo
viernes, 22 agosto 2025 en 14:00
finnfisherblack
Pocos corredores del pelotón moderno pueden decir que han compartido carretera —y autobús de equipo— con los tres campeones definitorios de esta generación. Con apenas 23 años, Finn Fisher-Black es uno de ellos. El neozelandés ya ha corrido junto a Jonas Vingegaard en el Jumbo-Visma y a Tadej Pogacar en el UAE Team Emirates, y en 2026 completará el trío cuando Remco Evenepoel se incorpore al Red Bull - BORA - hansgrohe.
Reflexionando sobre su inusual trayectoria, Fisher-Black admite que la sorpresa de rodar junto a figuras de tal calibre pronto dio paso a la constatación de que, detrás de su palmarés, son extraordinariamente normales.
"También corrí con Jonas, pero eso fue antes de que despuntara de verdad, antes de que ganara el Tour. Son tipos normales, esa es la cuestión", comenta en el podcast Domestique Hotseat Podcast. "Eso es algo que he notado mucho. He corrido con muchos de los mejores del mundo y, cuando cenas con ellos, te das cuenta de que son gente normal. Pero viniendo de la categoría júnior y de Nueva Zelanda, yo solo los había visto por televisión. Así que, al principio, fue un gran shock: ‘vale, ahora estoy corriendo para ellos’".
En UAE, Fisher-Black descubrió la intensidad de formar parte de un equipo lleno de líderes, donde la profundidad del talento a menudo genera sus propios desafíos: "Cuando Tadej está en la carrera, es como si hubiera un solo cocinero y todo el mundo lo sabe. Pero en ese equipo hay un nivel superior, está completamente repleto de talento. Es un ambiente increíble, porque estás rodeado de superestrellas. Pero en algo como un Gran Tour es complicado. Solo hay tres plazas y todos quieren su oportunidad, todos quieren intentar ganar. En ese equipo hay un puñado de corredores capaces de ganar una Gran Vuelta, así que, naturalmente, siempre surgen momentos tensos".
Pero lo que más impresionó a Fisher-Black fue Pogacar. "En el ciclismo, creo que casi es necesario mantener una mentalidad relajada, porque siempre hay cosas que salen mal y tienes que adaptarte. Y él es brillante en eso. No tiene muchos días malos porque se ajusta rápidamente a cualquier ataque, caída o imprevisto".
Esa calma también se refleja fuera de la bicicleta, aunque Fisher-Black señala que Pogacar cada vez se siente más abrumado por la fama que ahora lo persigue más allá del ciclismo: "Creo que la gente no se da cuenta de lo grande que se está haciendo. Está empezando a trascender el deporte. Personas que no siguen ciclismo ya saben quién es. Me di cuenta, sobre todo en Canadá, cuando entramos en una cafetería e intentábamos crear una burbuja alrededor de Tadej para que pudiera llegar al mostrador sin que lo reconocieran".
Fisher-Black está convencido de que el apetito de Pogacar por competir se mantiene intacto a pesar de la creciente atención: "Quizá se canse un poco de esa parte de las cosas, de estar en la cima durante varios años y de ser una de las grandes personalidades del ciclismo que hemos tenido. Está empezando a superar el deporte. Pero su fuego sigue activo. En cuanto cae la bandera, le encantan las carreras. Eso nunca va a desaparecer".
Ante la pregunta de si Pogacar podría ser ya el mejor de todos los tiempos, Fisher-Black no duda: "Sí, definitivamente. Con 26 años o los que tenga, ya ha hecho más de lo que la mayoría puede siquiera imaginar. Podría dejarlo ahora y, en mi opinión, ya sería el mejor que hemos visto. Pero aún le queda mucho por hacer".
Finn Fisher-Black, estrella de Red Bull. 
Finn Fisher-Black, estrella de Red Bull. 
De cara al futuro, Fisher-Black se prepara para un nuevo capítulo en Red Bull - BORA - hansgrohe, donde pronto compartirá maillot con Remco Evenepoel.
"No conozco a Remco en absoluto, para ser sincero. Pero por haber corrido contra él en el pelotón, se le ve bastante bien. Estoy encantado de tenerlo en el equipo. Entre él y Lipo [Florian Lipowitz], no sé qué planes tendrán el próximo año en el Tour, si correrán juntos o seguirán estrategias distintas. Pero el bloque de líderes y escaladores va a estar muy ocupado".

No ser gregario de un grande

La mayoría de los corredores pasa toda su carrera sin estar al servicio de un grande de todos los tiempos. Fisher-Black, todavía al inicio de la suya, ya lo ha hecho dos veces y pronto vivirá la tercera. En una era marcada por Pogacar, Vingegaard y Evenepoel, su posición es de las más singulares del ciclismo actual.
A pesar de su dominio, Fisher-Black insiste en que la mayor lección que ha aprendido es lo humanos que son una vez que se quitan el casco: "Son tipos normales", repite. "Pero la forma en que compiten, la manera en que ganan, no es normal en absoluto".
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