La carrera en ruta del
Mundial de 2023 puede pasar a la historia como una de las más emocionantes para los aficionados, pero una de las más brutales para los corredores.
Tadej Pogacar lo dio todo, incluso superó a
Mads Pedersen en un sprint por el tercer puesto, pero no pudo hacerse con el maillot arcoíris.
"Me di cuenta de que Mathieu era demasiado fuerte, pero aún así quise ir a por el segundo puesto e intenté ahorrar toda la energía posible. Por eso ya no perseguía del todo, que de vez en cuando me saltaba algún relevo", admitió después el esloveno en su entrevista posterior a la carrera. "También me di cuenta de que no era el más fuerte de los tres, porque no podía escaparme de ellos en las subidas. Eran demasiado cortas para mí".
Como ya se ha mencionado, la carrera fue increíblemente brutal, con un ritmo implacable durante todo el día (salvo cuando la carrera se detuvo por las protestas), y como el propio Pogacar dice, no fue un día especialmente agradable sobre la bici.
"¿Si lo disfruté? Uf, no. Ha sido una de las carreras más duras que he corrido nunca", afirma. "Fue una auténtica locura. Disfruté hasta los 70 kilómetros del final, después fue una lucha hasta el final", pero Pogacar terminó tercero, por detrás del ganador
Mathieu van der Poel y del segundo clasificado,
Wout van Aert, completando un podio de élite.