Después de un esfuerzo abrasador de 13 minutos exactos en las calles llanas de Valladolid, a
Filippo Ganna sólo le quedaba una tarea por delante en la 18ª etapa de la
Vuelta a España 2025: esperar. El italiano, acostumbrado a enfrentarse al cronómetro en solitario, se encontró esta vez librando una batalla distinta, sentado en el banquillo.
Durante más de tres largas y tensas horas, permaneció en el llamado asiento caliente, observando cómo un aspirante a la clasificación general tras otro, y varios de los mejores especialistas en contrarreloj del pelotón, intentaban superar su marca de 13 minutos en el recorrido acortado de 12,2 kilómetros. Uno a uno, todos fallaron en el intento, incapaces de rebajar el registro que el ciclista de
INEOS Grenadiers había dejado marcado con autoridad en la línea de meta.
“Sufrí más esperando que en la bici”
Con su habitual mezcla de humildad y humor,
Ganna reconoció tras el triunfo que lo más duro no fue el esfuerzo sobre la bicicleta, sino la interminable espera posterior:
“Creo que sufrí más durante las tres últimas horas en el asiento caliente que sobre la bici”, comentó entre risas en sus declaraciones posteriores a la etapa. Y añadió sobre su estrategia de carrera: “No encontré el ritmo correcto en la primera parte, y luego en la parte final simplemente empujé, sin pensar en números ni nada”.
Una victoria con valor especial
El triunfo, el tercero de INEOS Grenadiers en esta edición de la Vuelta, significó mucho más que otra exhibición de potencia en el terreno que mejor domina. Fue, sobre todo, un regreso cargado de emoción, después de la brutal caída en el Tour de Francia el pasado mes de julio, un accidente que no sólo lo obligó a abandonar la carrera, sino que además ensombreció el resto de su temporada.
El propio Ganna lo explicó con sinceridad:
“Después de mi gran caída en el Tour de Francia, no ha sido fácil volver a subirme a la bicicleta. Cada vez que estaba sobre la bici, intentaba hacerlo lo mejor posible para ser mejor día a día, para mejorar mi condición”.
Filippo Ganna se llevó la crono de la 18ª etapa de la Vuelta a España 2025
Un terreno hostil, una oportunidad aprovechada
El italiano llegó a la Vuelta muy lejos de su mejor condición física, arrastrando todavía las secuelas de aquel accidente y sufriendo durante las dos duras semanas iniciales en la alta montaña, un terreno poco propicio para un corredor de su envergadura y características. Sin embargo, al llegar la tercera semana, con recorridos más llanos y adecuados a sus condiciones, supo aprovechar la oportunidad con una precisión casi quirúrgica.
En Valladolid, firmó una media de 56,2 km/h, una velocidad que nadie más pudo igualar a lo largo del día. Varios rivales se acercaron, algunos incluso con registros muy ajustados, pero ninguno consiguió arrebatarle la victoria.
Rivales cerca, pero no lo suficiente
Corredores de nivel como Ivo Oliveira, Stefan Küng y Jay Vine presentaron actuaciones notables, especialmente este último, que terminó a menos de un segundo del tiempo de Ganna. Aun así, ninguno logró desbancar al bicampeón del mundo de contrarreloj, que se mostró aliviado y satisfecho al confirmarse su victoria:
“Llegamos hoy después de sufrir durante las dos primeras semanas de la Vuelta, con muchas subidas en las piernas. No ha sido fácil. Estoy muy contento y ahora veré los últimos días”.
Jay Vine se quedó a 1 segundo de la victoria en la contrarreloj de Valladolid
El día de Ganna, mientras la general sigue al rojo vivo
Aunque la atención principal de la jornada estaba puesta en la batalla por la clasificación general, con João Almeida recortando diez segundos a Jonas Vingegaard, la etapa terminó quedando marcada por la figura de Ganna. Fue su día, un recordatorio del poderío físico y la capacidad de resistencia que han definido su trayectoria profesional.
Con la vista puesta en lo que resta de competición, el italiano cerró con un mensaje de ambición:
“Esta última semana ha empezado muy bien para nosotros. Pero no ha terminado. Tenemos otros días para intentar luchar por lo mejor”.