Stephen Williams, del
NSN Cycling Team, ejemplifica cómo incluso algunos de los mejores corredores pueden desaparecer del pelotón por problemas de salud “invisibles”. El galés firmó su mejor temporada en 2024, pero no pudo refrendarla tras arrastrar durante todo 2025 una lesión persistente, aún sin resolver, que pone en jaque su futuro.
En 2024 Williams ya era un corredor de nivel, pero entonces vivió un curso que cambió su carrera. Ganó el Tour Down Under, rematándolo con victoria en la etapa final en Mount Lofty vestido de ocre; conquistó la Flèche Wallonne en ausencia de Tadej Pogacar; y cerró el año por todo lo alto venciendo también el Tour of Britain. Resultados poco habituales para un puncheur en el pelotón actual, que subrayan su talento.
“Fue un gran año en muchos sentidos. Lo que diré es que los bajones del ciclismo son muchísimo peores que los subidones de ganar. No hay comparación”, dijo Williams en una entrevista con
CyclingWeekly. “Ganar es lo más grande, es precioso. Pero cuando estás lesionado y fuera de la bici, es absolutamente devastador.”
Estaba llamado a ser uno de los hombres clave de Israel - Premier Tech este año, pero no fue así, y todo empezó en Australia en enero. “Todo era normal. Un par de días después me desperté con un dolor punzante en la parte superior de la rótula. Nueve meses después, sigo en esta batalla. Es una de esas lesiones que avanzan en pasos pequeños más que en grandes cambios en pocos días”.
Williams pasó desapercibido en el Tour Down Under como campeón defensor. Días después empezaría a sufrir una lesión incapacitante. @Sirotti
Williams sufre una tendinopatía en el cuádriceps de la pierna derecha, que le provoca inflamación con las cargas. Para un ciclista profesional, es una lesión especialmente difícil de gestionar, ya que el uso de las piernas es irrenunciable en este deporte.
“Frustración es la palabra clave. Cualquier lesión es dura para un deportista, pero las peores son las de tejidos blandos, ligamentos, tendones, y he tenido dos. Son dificilísimas de manejar. Incluso en el ámbito médico se invierten millones y millones en estudiar y entender los tendones, y aún no tienen claro cómo funcionan y responden.”
Williams paró de competir y regresó en el
Giro d'Abruzzo, que terminó con la esperanza de reengancharse al ritmo y quizá ser competitivo en las clásicas de las Ardenas. No logró acabarlas y tuvo que parar otra vez. Finalmente, en septiembre pasó por el quirófano para intentar resolver el problema. Hay opciones de éxito, pero también una recuperación muy lenta, y espera volver a la bici para entrenar con normalidad antes de final de año, aunque no hay garantías de que ocurra.
Un año nuevo con NSN
“Como todos saben, creo que va a ser un equipo muy diferente. Estamos ilusionados con una nueva era. Ahora mismo, me da igual volar en la bici, solo quiero estar sin dolor y sano”, admite. Al ritmo actual de recuperación, pensar en un regreso al pelotón antes de marzo es irreal; con suerte, volverá en primavera.
Asignar objetivos concretos ahora es complicado para el exvencedor del Arctic Race of Norway y del Cro Race. “Estoy muy motivado para volver, estoy luchando y trabajando duro. Ojalá pronto todo encaje”, confía. “Cuando tuve mi primera lesión de rodilla hace seis años pensé que mi carrera había terminado, y no fue así. El cuerpo puede hacer cosas extraordinarias.”