Shirin van Anrooij tenía grandes esperanzas antes de la
Brabantse Pijl. Tras haber trabajado duro en la preparación, la corredora del
Trek-Segafredo esperaba la victoria, pero tuvo que conformarse con el 5º puesto en la línea de meta.
"Esperaba hacerlo bien, pero había entrenado muy duro, así que tenía curiosidad por saber si no estaría un poco cansada", declaró la corredora de 21 años a la prensa holandesa nada más terminar la carrera. "Al principio no me sentía muy fuerte. Y al final se acabó".
"El objetivo era estar en el grupo adecuado esta vez y no fallar. Y funcionó", continúa van Anrooij, explicando su enfoque táctico de la carrera, que finalmente ganó la italiana Silvia Persico en un reducido sprint final. "Por desgracia, ya no podía esprintar".
"Por supuesto, era un objetivo al principio de la temporada llegar a este nivel. Pero estar ahí ahora carrera tras carrera es muy especial. Me doy cuenta de que todavía tengo que aprender el juego. Y a veces es difícil si sólo estás ahí por parte del equipo", explica van Anrooij. "No creo que debiera haber hecho nada diferente. Creo que lo saqué todo. Al final estaba arriba y ya no podía esprintar. Pero me senté donde tenía que sentarme y ése era el objetivo", concluye.