Sepp Kuss sigue demostrando a cualquiera de sus escasos escépticos que está equivocado. La última de sus impresionantes actuaciones le ha llevado a terminar segundo en la cima del Col du Tourmalet en la etapa reina para mantener su liderato en la clasificación general de la
Vuelta a España;
En un día perfecto para el
Jumbo-Visma, Jonas Vingegaard fue el ganador de la etapa por delante de Kuss, segundo, y Primoz Roglic, tercero, lo que significa que el trío completa ahora el podio de la general. "El recorrido ha sido muy duro y se sucedían las subidas. Había que estar concentrado todo el día y la velocidad era extremadamente alta. El equipo ha hecho un gran trabajo. Todavía éramos muchos en cabeza cuando sólo quedaban veinte corredores en el pelotón. Robert Gesink, en particular, rindió de maravilla".
"Sabíamos que obligaríamos a los demás a tirar cuando Jonas atacara. Primoz Roglic y yo podríamos entonces seguir a rueda", continuó Kuss, explicando algunas de las tácticas del equipo. "Durante la etapa, Jonas ya nos indicó que se sentía muy bien y que hoy era el cumpleaños de su hija. Estaba increíblemente motivado. Aún es pronto para decir si ganaremos la Vuelta. Esta etapa ha sido dura, pero el sábado nos espera otra etapa difícil. El cansancio se está acumulando y la carrera aún es larga".
Parece que ya no hay quien pare al Jumbo-Visma, con el podio completo en sus manos y el maillot rojo del año pasado, Remco Evenepoel, completamente destrozado. "En la primera subida oímos que Remco tenía problemas", dice Kuss. "Antes de oírlo, sólo queríamos mantener un ritmo sólido, pero luego tuvimos que seguir. Intentamos ampliar la diferencia y lo conseguimos. Estamos en una gran posición y veremos cómo nos va en el resto de las etapas."