Primoz Roglic afronta la primera gran etapa de montaña del
Giro de Italia 2016 con una sonrisa en la boca. El esloveno habló con los compañeros de CyclingProNet antes de la salida de Sabbio Chiese y lo hacía sabiendo que, tras dos semanas en la que la lucha entre los de la general se ha ceñido a una escaramuza con Remco Evenepoel enfermo y a dos cronos sin demasiadas diferencias, llega el momento de la verdad.
Así, de buen humor, bromeaba con el periodista, pero no le desvelaba ningún tipo de táctica. Más que nada, comprobar como responden las piernas en una muy dura complicada tras el primer día de descanso:
"No espero que haya un esprinter del pelotón en la cima. Voy a salir atacar desde la salida (decía claramente bromeando). No, necesitamos tener piernas, hay que ver cómo van durante la larga etapa. Necesitábamos sobrevivir antes de llegar aquí".
Sobre si la carrera es diferente sin Remco, obviamente admite que sí, que lo es, pero no cree que sea el momento de especular, si no centrarse en el presente y en lo que hay:
"Es duro de decir, pero sí sería diferente, también sería diferente si hubiera habido sol, si empezamos a hablar de y si, y si, y si, hay muchas cosas".