"Quise invitarle, pero insistió en pagar. Normalmente cobro 20-30€, él me dio 45": Un peluquero, sobre Tadej Pogacar

Un reconocimiento rutinario del recorrido del Tour de Flandes dejó una escena inesperada en Waregem, donde el campeón del mundo Tadej Pogacar se detuvo a cortarse el pelo tras una dura jornada de entrenamiento.

La visita fue adelantada por Het Nieuwsblad, y la reacción del barbero local mostró lo inolvidable que resultó la parada.

Pogacar abrió la semana sobre los adoquines de París-Roubaix, donde se reunió con Florian Vermeersch, Tim Wellens y Nils Politt para evaluar elecciones de material. Según el medio belga, el grupo dedicó el martes a probar distintos montajes con foco en la presión de los neumáticos, la comodidad sobre el pavé y las sensaciones aerodinámicas.

El miércoles por la mañana cambió al Tour de Flandes. Aficionados de la zona lo vieron en el Oude Kwaremont y el Paterberg sobre la bicicleta aero Y1Rs. Fue una elección llamativa para un reconocimiento que suele afrontarse con modelos más robustos y subrayó lo en serio que UAE Team Emirates XRG se toma la preparación para los monumentos de primavera.

Tras concluir la salida del martes, Pogacar se dirigió al centro de Waregem con dos amigos y entró en Odin’s Barbershop, un negocio que abrió hace apenas unas semanas. El barbero Odin Samrel contó a Het Nieuwsblad que el propio Pogacar le había llamado para concertar la visita.

Samrel dijo: “Me enseñó el peinado que quería y se lo hice. Tadej fue súper amable, qué gran persona.”

Añadió que intentó ofrecerle el corte gratis, pero Pogacar se negó. Como explicó: “Quise invitarle, pero insistió en pagar. Normalmente cobro entre 20 y 30 euros por un corte, él me dio 45 euros.”

Un selfie rápido remató la visita antes de que los corredores volvieran a su hotel.

Los reconocimientos serán la pieza clave para el UAE a la hora de perfilar su enfoque a dos de las carreras más exigentes, pero fue la visita distendida a una barbería de Waregem la que capturó la imaginación del público. La serenidad y la naturalidad de Pogacar siguen destacando, incluso en pleno bloque de preparación para las clásicas.