Quinten Hermans ganó la tercera etapa de la
Itzulia 2024, que vio las caídas de grandes corredores para la general como
Primoz Roglic, Juan Ayuso o Mattias Skjelmose. En la cuarta jornada, el belga fue uno de los damnificados junto al propio esloveno,
Jonas Vingegaard o
Remco Evenepoel. Varios ciclistas tuvieron que salir en ambulancia, mientras el velocista del
Alpecin-Deceuninck corrió mejor fortuna.
"No vi mucho, pero estaba allí", empezó diciendo un emocionado Hermans en su entrevista posterior a la carrera. "Pude esquivarlo un poco y rodar entre los arbustos, donde la mayoría estaban en el suelo justo delante. Realmente soy uno de los afortunados, los daños son relativamente menores. Intento mirar a mi alrededor lo menos posible en un momento así. Hay gente de la ambulancia que tiene que hacer su trabajo en ese momento, intento no mirar demasiado. He visto bastantes caídas, eso nunca es agradable de ver".
Haciéndose eco de los pensamientos compartidos también por Pello Bilbao, Hermans expresó su creencia de que la velocidad de los ciclistas podría haber causado el verdadero peligro. Había muchos baches en esa curva y creo que por eso no se atrevieron a frenar", explica.
"El momento de frenada se había pasado y la curva era más cerrada de lo esperado. Como resultado, el segundo ciclista perdió toda la trazada. No puedo decir que fuera un recorrido peligroso o una curva peligrosa, creo que forzamos demasiado los límites", concluye Hermans.