En el Alpecin-Deceunick,
Quinten Hermans tiene competencia interna, con corredores de la talla de Jasper Philipsen,
Mathieu van der Poel y Søren Kragh Andersen. A pesar de ello, tiene grandes ambiciones para 2023.
"Puede que no sea el líder indiscutible de las clásicas con subidas, pero sin duda soy uno de ellos", declaró Hermans a WielerFlits con una gran confianza en sí mismo. "Tengo que concluir que hoy en día soy más ciclista que ciclocrossista. El cross empieza a salir un poco. También lo noto físicamente: en las pulsaciones, en la aceleración después de las curvas. Me parece una pena, porque me gusta mucho el cross. Durante el periodo navideño fui al cross ocho veces con una sonrisa en la cara. Disfruto mucho con eso".
Entonces, ¿dónde ve Hermans su gran oportunidad esta primavera? "Sigo siendo prudente sobre la Amstel Gold Race, porque con Mathieu nunca se sabe", revela Hermans. "Pero para La Flecha Valona y Lieja lo normal es que sea el líder. Vamos, si la forma por supuesto está a punto y merezco ese papel".
"Aunque también sé que para una actuación así en Lieja tienen que encajar varias cosas. Desde luego, no me oirán decir que soy el nuevo Wout, Mathieu, Sergio Higuita", prosigue. "Eso ya lo saben en el equipo. Pero trabajaré para las clásicas de las Ardenas lo mejor que pueda. Ahora sé que puedo subir al podio en esas carreras. Y eso vale la pena repetirlo, seguro".