Primoz Roglic salió indemne de la penúltima etapa de la
Vuelta a Burgos, ganada desde la escapada inicial por Oier Lazkano, del Movistar. El líder esloveno de la clasificación del
Jumbo-Visma repasa su jornada en la sede del equipo de la formación neerlandesa del éxito, al tiempo que mira hacia lo que está por venir. El director deportivo Addy Engels también da su opinión.
"Una vez más he visto un equipo fuerte. Los chicos lo tenían todo bajo control", elogia Roglic a sus compañeros. El Jumbo-Visma mantuvo el grupo de cabeza de nueve hombres bastante corto, ya que había tres corredores peligrosos para la clasificación general en cabeza. "Mañana nos espera una etapa dura con un final cuesta arriba. Voy a hacer todo lo posible para mantener mi liderato".
Engels también contempló con gran satisfacción el trabajo realizado por su equipo. "Había tres chicos en el grupo de cabeza que estaban bastante cerca en la clasificación, así que nos vimos obligados a mantener la diferencia controlada a unos cuatro minutos. Eso es lo que hicimos", elogió.
El ex ciclista profesional espera con impaciencia la última etapa de la carrera por etapas española, que se caracteriza por un difícil final en las Lagunas de Neila. "Esa subida final es muy conocida, porque se incluye todos los años. Es una subida difícil, pero justa, en la que tendrán que hablar las piernas. De momento pinta bien para Primoz", concluye con modestia.