Primoz Roglic afronta un año importante en 2023. Su posición de líder antes indiscutible en el
Jumbo-Visma ya no es tal, y las lesiones y el ascenso de Jonas Vingegaard podrían suponer un relativo obstáculo para las posibles ambiciones del esloveno.
"Empiezo a entrenar poco a poco. Han pasado seis semanas desde la operación. Cada semana mejora, pero lleva su tiempo", afirma el esloveno en una entrevista con BiciPro. "Sobre la posición en la bici esperemos que no haya que cambiar nada, pero por ahora no lo sé. Me han cortado un trozo de hueso, me han puesto unos tornillos que eran un poco largos y han salido por el otro lado, pero me dicen que así está aún más fijado. Sólo lo sabré cuando empiece a pedalear".
Después de dislocarse el hombro varias veces y de abandonar la Vuelta a España tras otra dura caída, Roglic decidió someterse a una operación quirúrgica en la temporada baja que le ha mantenido alejado de la bicicleta durante varias semanas. Pensando en el largo plazo, duda de si se sentirá igual una vez que vuelva a competir, pero cree que evitará que el incidente se repita.
"Tengo una idea sobre mi inicio de temporada, pero todo depende de cómo vaya la recuperación ahora. Para mí el año que viene es un poco una incógnita. Por ahora sólo he retomado las salidas muy cortas", revela. "La semana que viene haré otra revisión y veré si me dan luz verde para reanudar de verdad. Mi objetivo por ahora es poder presentarme el 11 de diciembre a la concentración".
Un objetivo modesto pero que será muy importante para el esloveno. Con los objetivos poco claros para el equipo holandés en 2023, Roglic aún no tiene una respuesta sobre las carreras en las que se centrará en la próxima temporada. Junto a Jonas Vingegaard y Wout van Aert, todos han sido mencionados como posibilidades para el Giro de Italia. Wout van Aert, por su parte, sí ha insinuado que podría apuntar a las clásicas de primavera, y luego a la combinación Tour de Francia/Campeonato del Mundo, lo que haría que el Giro fuera una opción prácticamente descartada.
"Pero tal vez todo esto sirva para algo, tal vez esté más fresco en verano. Tengo que tener confianza. Por ahora estoy contento. No tengo ningún dolor", dijo Roglic. Esta temporada, su paso por el Tour de Francia terminó de nuevo por culpa de las lesiones, pero consiguió desempeñar un importante papel de apoyo a Jonas Vingegaard antes de tener que dejar la carrera.
A lo largo del invierno ha dedicado y dedica tiempo a su familia y a sus proyectos personales: "Sigo siendo un deportista. Siempre tengo que estar preparado. Y también en interés de la fundación (la Primoz Roglic Fundacija) que hemos creado con mi mujer Laura, con la que animamos y ayudamos a los jóvenes deportistas a llevar un estilo de vida correcto. Tengo que ser un ejemplo".
El esloveno se encuentra actualmente en 's-Hertogenbosch junto a sus compañeros del Jumbo-Visma, que están realizando una concentración de pretemporada, centrada en la prueba de nuevo material y la logística.