Este fin de semana se disputa el "sexto monumento" del calendario World Tour, con el pelotón batallando en
Strade Bianche. A medida que los organizadores de la carrera se esfuerzan por hacerla cada vez más difícil, los cambios en el recorrido no han sido bien recibidos por todos.
Cada vez más, la Strade Bianche se está convirtiendo en una carrera para escaladores, como demuestra la lista de participantes de este año, en la que no figuran nombres notables como Mathieu van der Poel y Wout van Aert. El año pasado, Tadej Pogacar se hizo con una victoria dominante en un estilo típicamente épico, y el esloveno vuelve este año para intentar defender su corona. "Después de los 80 kilómetros en solitario del año pasado, este año añaden un tramo de grava extra", explica a Wielerflits Maarten Wynants, del Team Visma | Lease a Bike. "Por un lado, es una pena que hagan la carrera aún más dura. En términos de tensión, se volverá aún más predecible".
"El año pasado se añadió la ronda local de Le Tolfe, lo que la convirtió en una carrera puramente de escalada. Ahora también hay un tramo extra de 9,5 kilómetros cuesta arriba... Eso sólo hará que sea aún más difícil", continúa Wynants, señalando la ausencia de Van der Poel y Van Aert entre otros. "Ese es el resultado, sí. Y depende de la organización sacar conclusiones de ello".
Uno de los presentes este fin de semana para llevar la lucha a Pogacar sin embargo, será Tom Pidcock. Según el director de su equipo Q36.5 Pro Cycling Team, Michael Albasini, la dificultad cada vez mayor del recorrido no aumenta necesariamente las posibilidades de que Pogacar lo domine. Algunos corredores la convierten en una carrera para escaladores. La carrera en sí no cambia realmente. Son los corredores los que determinan el recorrido de la carrera. Si hay viento, puede ser más para los tipos clásicos. Tiene que haber escalada, sí, pero yo no la llamaría una verdadera carrera de escaladores", explica el suizo.
"Es una carrera en sí misma. Necesitas ciertas habilidades para poder participar y puede ser arriesgado si no estás en plena forma. Por eso entiendo que algunos pilotos no tomen la salida. ¿O es que los equipos tienen miedo de Pogacar? No hay razón para tener miedo. Es fuerte, pero si ya ha perdido la cabeza, será aún más fuerte de lo que ya es. Pero Tom asumirá sin duda ese reto", concluye su valoración Albasini. "La Strade Bianche es la clásica que más se acerca a un monumento. Es una carrera emocionante y dura y las vistas son increíbles. Eso hace que la carrera sea muy característica. Es y sigue siendo una cita importante en las clásicas de primavera".