Mathieu van der Poel se presentó hoy en la salida de la
Lieja-Bastoña-Lieja con varias capas de ropa ante el inminente frío, y manteniendo unas expectativas modestas, ya que entiende que la carrera se ha convertido con los años en una prueba más adecuada para los escaladores. Sin embargo, aunque no lo piense, sigue siendo el segundo favorito para ganar el Monumento tras
Tadej Pogacar.
"Peso más de 75 kg, por desgracia", dijo van der Poel a Het Nieuwsblad esta mañana. "Hay una diferencia de peso, pero cada carrera hay que correrla y nunca se sabe lo que puede pasar. Es una tarea difícil continuar después de esas clásicas adoquinadas. Pero lo intentaremos este año y luego aún podremos ver si podemos ponerlo todo en Lieja en los próximos años".
Después de haber ganado tres Monumentos en su carrera, la Lieja-Bastoña-Lieja es el que aún no ha ganado donde puede triunfar de forma más realista. El neerlandés lidera aquí el
Alpecin-Deceuninck tras una brillante racha de éxitos en las clásicas adoquinadas, con un porcentaje de victorias casi del 100%, pero espera tener mejores piernas que las que mostró en la Amstel Gold Race. Sin embargo, no corrió la Flecha Valona y evitó las horribles condiciones a las que se enfrentaron los corredores y a las que podrían enfrentarse de nuevo con el tiempo.
"Llevo bastante ropa así que de momento está bien, pero espero que no empiece a llover porque entonces enseguida hará mucho más frío", continuó. "Hoy indican temperaturas muy frías en los puntos más altos, pero llevamos bastante ropa así que debería ser posible".