Llegamos a una clásica adoquinada tremenda este domingo 30 de marzo con la llegada de la Gante-Wevelgem 2025 con una serie de bergs adoquinados en la segunda parte de una carrera larguísima que va a dar seguro una imagen perfecta sobre lo que podemos esperar una semana después en el Tour de Flandes.
La mayor parte de la carrera de 250 kilómetros es llana, sin un perfil duro, razón por la que la mayoría de los años se trata de un sprint en grupo reducido que lucha por la victoria. La prueba es, como decimos, mayoritariamente llana salvo un tramo montañoso que se basa en tres ascensiones al Kemmelberg en las que cada año se producen ataques, así como tramos fuera de pista que se han añadido en los últimos años.
A través de Belvedère, los ciclistas subirán dos veces. Es una rampa agotadora en la que muchos sufrirán, se producirán parciales en la primera subida a falta de unos 85 kilómetros. A partir de ahí, habrá algunos sectores de grava conocidos como las "plugstreets", con 4,1 kilómetros en los que pueden ocurrir percances, un juego de suerte esencialmente en lo que se refiere a las mecánicas, con la última llegada a falta de 67 kilómetros.
La segunda subida al Kemmelberg será a falta de 56 kilómetros y en esta crono los ataques son seguros, ya que los ciclistas de las clásicas querrán apretar el ritmo para descolgar definitivamente a los hombres rápidos y marcar una diferencia definitiva;
A continuación hay un par de cimas, pero el último punto que marca la diferencia en función de la potencia es la subida al Kemmelberg por el Ossuaire. Se trata de un ascenso más duro, la mayor parte sobre asfalto pero con pequeñas pendientes antes de que los corredores lleguen a los adoquines que suben hasta el 18%. Se trata de un esfuerzo máximo de 30 segundos en el que los ciclistas tienden a resquebrajarse cerca de la cima, a falta de 34 kilómetros.
A partir de ahí, sin embargo, habrá alivio, ya que gran parte de la aproximación a Wevelgem es completamente llana. Habrá tiempo para reorganizarse y dar caza a los grupos grandes y pequeños. La carrera tiene una dinámica muy interesante en la que los especialistas y los sprinters intentan equilibrar la carrera hacia su dirección preferida, y es una carrera en la que normalmente se ven diferentes tipos de escenarios que conducen a la victoria.