El 13 de marzo, el pelotón afronta la
Milán-Turín, la carrera de un día más antigua de la temporada. Su recorrido cambia a menudo y esta vez no se trata ni de escaladores ni de velocistas. Echamos un vistazo a su perfil. No habrá final en la cima de Superga, pero tampoco un esprint masivo en Turín. El recorrido vuelve a cambiar por completo en 2024 y esta vez el final tendrá lugar en Salassa.
Una ruta que termina con un recorrido llano hasta la línea de meta, pero que cuenta con algunas cimas en las que los ataques pueden marcar la diferencia. Las dos principales llegan a falta de 30 y 18 kilómetros, 3,1Km al 7% y 3,8Km al 3,9% respectivamente, donde los puncheurs y los especialistas en clásicas pueden lanzar peligrosos ataques y poner a prueba su forma antes del bloque principal de clásicas.
Rho - Salassa, 177 kilómetros