"No tengo grandes planes para intentar nada": Jonas Vingegaard, ¿engañando o sigue pasivo en La Vuelta?

A medida que la Vuelta a España 2025 se acerca al cierre de su primera semana, la clasificación general se mantiene equilibrada e incierta. Sin embargo, aún no es momento de esperar fuegos artificiales por parte de una de las grandes estrellas de la carrera.

Aunque ocupa la segunda posición de la general, por detrás de Torstein Traeen y a poca distancia del maillot rojo, Jonas Vingegaard ha sido claro: es poco probable que la novena etapa sea el día en que dé un paso al frente.

El danés, que ya logró una victoria de etapa en los primeros días de la Vuelta en Italia, ha adoptado desde entonces una estrategia calculada, casi pasiva, en la lucha por la general. "De momento no tengo grandes planes para intentar nada", declaró a TV 2 Sport antes de la salida. "Por supuesto, si me encuentro bien y surge una oportunidad, la aprovecharé. Pero por ahora solo queremos superar la etapa, y creemos que lo más probable es que se resuelva en una escapada".

Sus palabras reflejan el tono prudente que el equipo Visma | Lease a Bike ha mantenido desde el éxito inicial de Vingegaard. Aunque solo le separan 2 minutos y 33 segundos de Traeen en la clasificación, parece dispuesto a esperar su momento, reservando fuerzas para las decisivas segunda y tercera semanas.

La novena etapa, de 195,5 kilómetros entre Alfaro y la estación de esquí de Valdezcaray, acumula 3.000 metros de desnivel. Aunque presenta terreno ondulado durante gran parte del recorrido, será la ascensión final —13,3 kilómetros con una media del 5,2%— la que determine el desenlace.

La pendiente, sin embargo, podría frustrar cualquier táctica agresiva. La primera mitad de la subida ofrece rampas al 6-7%, pero los últimos kilómetros se suavizan, lo que dificulta abrir huecos salvo que el daño se haga desde lejos.

Esa es precisamente la razón de las reservas de Vingegaard: "La subida final es más dura en la parte baja, pero se aplana bastante hacia la cima", explicó. "Eso complica marcar diferencias. No es el tipo de final en el que se produzcan grandes cambios en la general, salvo que ocurra algo inusual".

Su planteamiento prudente puede desesperar a los aficionados que reclaman acción temprana, pero con las etapas más exigentes aún por delante, el danés parece pensar en el largo plazo.

Ya sea con triunfo de una escapada o con un giro inesperado en la general, lo cierto es que Vingegaard estará atento, con las piernas guardadas y la mente preparada para la verdadera batalla que está por llegar.