El excampeón del mundo
Julian Alaphilippe ya ganó la
Strade Bianche en 2019 y en esta nueva temporada de clásicas parece dispuesto a luchar por la victoria una vez más, ya que por fin ha vuelto a estar en buena forma en las últimas semanas. Tras las críticas internas de su jefe Patrick Lefevere, no tiene excusas
Al frente del equipo belga, Alaphilippe se ha hecho recientemente con la victoria en la Faun-Ardèche Classic, una muy buena muestra del trabajo realizado durante todo el invierno. El galo estará encantado con el terreno que tiene por delante, donde el año pasado protagonizó una espectacular caída y un salto mortal sobre su bicicleta.
Mientras que el tercer clasificado del año pasado, Kasper Asgreen, no está presente, Alaphilippe podrá contar con el apoyo del fiel gregario Dries Devenyns. Andrea Bagioli, que terminó segundo en la Clásica de Drome, y Mauri Vansevenant, que recientemente ganó la etapa reina y terminó segundo en el Tour de Omán, también serán corredores clave para el equipo. Sin embargo, el talento no acaba ahí. El francés seguirá contando con el apoyo del ganador de la Clásica de Figueira,
Casper Pedersen, que ha encontrado su mejor forma ahora con el Quick-Step,
Davide Ballerini y Pieter Serry.