En la última ventana del mercado de fichajes, el
Soudal Quick-Step se hizo con los servicios de
Mikel Landa. Un equipo siempre enfocado a las clásicas y a los sprints se vio con un talento como el de
Remco Evenepoel en sus filas y decidió cambiar su táctica. Y es por ello que contrataron a uno de los mejores gregarios posibles para la alta montaña que había disponible. El español está actualmente en el
Tour de Francia y tiene muy claro cuál es su papel en la formación de Patrick Lefevere.
Mañana,
los corredores se enfrentarán al Col de Galibier en lo que pretende ser la primera gran prueba de montaña. "Será la primera gran prueba de escalada", dijo Landa a
diario español AS. "Es una etapa corta y dura, con un final rápido. Imagino que los UAE tomarán el control de la carrera y tendremos que seguirles. No será un día definitivo, pero sí importante".
Landa, que disputa su 22ª Gran Vuelta, tiene mucha experiencia que compartir, especialmente con su joven líder. Y el español cree que a veces incluso su sola presencia ayuda a Evenepoel. "Creo que está más tranquilo cuando estoy con él, y eso también es importante para mí", observa Landa. "Le digo que mantenga la calma porque el Tour es largo y, sobre todo, hay que saber medir los esfuerzos". Es su primer Tour de Francia y hay mucha expectación en torno a él. Si acaba entre los cinco primeros o entre los tres primeros, estaría bien. Pero es la carrera la que decide dónde acaba cada uno".
¿Están las ambiciones personales en el fondo de la mente de Landa? "Mi objetivo clave es estar con Remco", asegura. "Hasta el final, dándolo todo por él. Luego habrá que ver cómo se desarrolla la carrera, si tengo que mirar un poco por la general o luchar por una etapa. Todo se verá a medida que avancemos".