Hacer el
Giro de Italia y el
Tour de Francia el mismo año y ganar ambos es una tarea extremadamente difícil, que sólo unos pocos corredores en la historia del ciclismo han logrado. Uno de ellos fue Miguel Indurain, que ganó ambas pruebas en 1992 y 1993. Ahora avisa a
Tadej Pogacar antes de su intento en 2024.
"Si corres las dos Grandes Vueltas, tienes que tener cuidado de cómo administrar tu energía y el apoyo del equipo también será fundamental, a pesar de que claramente le gusta hacer movimientos en solitario", dijo Indurain en una entrevista con Cyclingnews. "Seguro que tiene la capacidad. Claro que la tiene. En mi época, la forma de afrontar la temporada era diferente, pero sigue siendo un reto muy duro, independientemente del camino que tomes."
En la actualidad, los mejores corredores siguen mostrándose abiertos a la posibilidad de correr dos Grandes Vueltas consecutivas y alcanzar su mejor forma en ambas. Pogacar, de entre todos los corredores, es uno de los más versátiles y consistentes, y es sin duda una de las mejores opciones de este deporte para abordar este colosal objetivo. "Si está ganando tanto ahora, podría pagar el precio por ello más adelante. Pero dicho esto, ahora hay tantos más datos sobre la potencia y los vatios y demás que en mi época, que es mucho más fácil gestionar tu esfuerzo", añade Indurain. El esloveno empezó la temporada en marzo, pero en un estado de forma estupendo, dominando la Strade Bianche y la Volta a Catalunya.
"El esfuerzo que hay que hacer es grande, aunque cada corredor es diferente. Y después de empezar en el Giro, está la cuestión de mantener la forma hasta el final de la tercera semana del Tour. Esa última semana podría agotarle especialmente. Lo importante es estar concentrado en la carrera que tienes por delante", aconseja el ex profesional español. "Cada carrera es diferente, con sus contrarrelojes, sus montañas, etcétera. No puedes correr el Giro pensando en lo que puede pasar en el Tour".
Pogacar corrió 9 días, y añadirá la Lieja-Bastogne-Lieja antes de su debut en la Corsa Rosa. En términos de números, se trata sin duda de un calendario ligero, aunque ha sido cabeza de cartel en todas y cada una de las carreras en las que ha participado hasta ahora. Sin embargo, espera llegar al Tour de Francia sin demasiadas carreras en las piernas y alcanzar de nuevo su mejor nivel, junto a un cuarteto de aspirantes al podio en el UAE Team Emirates.
"En mi época, si eras mayor podías aguantar mejor los esfuerzos más largos y tu resistencia era mayor, así que eso podría haber sido una ventaja. Pero hoy en día tienen entrenadores que lo controlan todo y saben cómo reaccionará a los distintos esfuerzos, así que no debería ser un problema."
Sin embargo, a Indurain le preocupa que su estilo agresivo de correr, como se vio en la Volta a Catalunya, pueda salirle caro. Dice que lo más probable es que sea mejor correr de otra manera, pero que eso no es probable:
"Lo que ocurre es que el estilo de carrera de Pogačar no se basa en depender mucho de su equipo. Y esos esfuerzos los acaba pagando a la larga. Pero él es así y eso no va a cambiar".