Maxim van Gils tiró al suelo a
Amaury Capiot en el final de la etapa 13 del
Tour de Francia cuando intentó meterse por un hueco por donde era imposible pasar. El belga del Lotto-Dstny es un sospechoso habitual tras el puñetazo que le propinó a un rival en un final de carrera en Japón hace unos meses.
n el último kilómetro del día, Capiot, del Arkéa - B&B Hotels, fue arrollado por van Gils y ambos corredores se dieron un fuerte golpe contra el suelo.
"Creo que (Capiot ed.) está montando un espectáculo", dijo un enfadado van Gils a Het Nieuwsblad antes de la salida de la etapa 14. "Le envié un mensaje y no respondió. Esta mañana nuestro jefe de prensa ha estado con el suyo para establecer una conversación entre nosotros y hacer las paces. Y se ha negado. Eso dice mucho de él".
"Creo que comete un error al dormirse en el sprint", prosigue Van Gils con furia. "¿Quizá había una bella dama en la banda? También nos está arruinando el día. Debería ser capaz de mirarse en el espejo, pero por lo visto no puede. He vuelto a ver las imágenes varias veces. Voy a hablar con la UCI sobre esto, esto no está bien. Soy el chivo expiatorio. Probablemente porque Amaury ya se había caído, no querían castigarle de más".
El propio Capiot habló sobre el calvario previo a la etapa 14 y fue igualmente mordaz en su evaluación de la otra parte. "Sólo hice mi trabajo para Arnaud Démare hasta 700 metros de la línea. Cuando terminé, miré por encima del hombro para saludar a la izquierda. Para mí, parecía la opción más lógica elegir el lado de la barrera, porque en medio del pelotón te pueden golpear desde dos lados", recapitula Capiot, dando su versión de los hechos. "Si Maxim afirma que ese hueco es de 50 centímetros, podría haber pasado directamente por ese hueco sin poner los codos. Le culpo por dar un codazo y un cabezazo. Estoy muy decepcionado".
En un momento algo incómodo, los dos equipos compartieron hotel la noche siguiente a la polémica de la etapa 13. "Nadie del personal del Lotto Dstny se atrevió a mirarme. No hubo excusas. Le corresponde a él buscarme y al menos se puede preguntar por la noche cómo está la persona que se cayó", concluye Capiot.