La 14ª etapa del
Tour de Francia 2023, pese a lo épica que fue en sus kilómetros finales, estuvo desgraciadamente marcada por las caídas y los abandonos (siete en total).
Romain Bardet esquivó la caída masiva en los primeros kilómetros, pero su carrera terminó poco después al resbalar en un descenso y sufrir una conmoción cerebral como consecuencia.
"Romain estaba un poco aturdido. Quería continuar en la carrera, pero el médico de la carrera y yo evaluamos la situación y no habría sido inteligente continuar en ese momento", dijo el Director Deportivo del
Team DSM-Firmenich, Matt Winston, en un comunicado de prensa. "Romain es un tipo al que le encanta el Tour de Francia, le encanta correr en Francia y seguro que quiere continuar el mayor tiempo posible, pero también hay que cuidar del atleta y asegurarse de que tomamos las medidas inteligentes en estos momentos. Es fácil volver a la bicicleta y ver cómo va durante 10 km, pero tiene una conmoción cerebral, el personal médico lo ha confirmado, y continuar no habría sido lo mejor en general y a largo plazo".
Junto a él también se vio implicado James Shaw, que con lesiones similares también fue retirado de la carrera. Bardet había estado compitiendo por la clasificación general y comenzó el día en 12ª posición. Su sueño de luchar por los primeros resultados se estaba desvaneciendo, ya que la competición estaba a un nivel muy alto. Perseguir una victoria de etapa probablemente sería entonces su prioridad número uno, pero tuvo que interrumpir su carrera prematuramente.
La retransmisión televisiva mostró cómo el francés se levantaba y parecía perder el equilibrio, un claro indicador de que probablemente había sufrido una conmoción cerebral. Los controles en carretera del equipo médico in situ lo confirmaron. "Siempre hacemos nuestros propios controles internos de conmociones cerebrales -es muy importante para nuestro equipo- y realmente queremos poner a esos chicos en primer lugar y cuidar de ellos".
"Cuando conoces bien a alguien y hablas directamente con él, te das cuenta enseguida de que no está bien. En ese momento quería continuar, pero no parecía estar en buena forma. Cuando le pusimos de pie pudimos notar que no estaba bien. No estaba bien. Está muy disgustado. Seguro que va a estar destrozado", añadió.
Las conmociones cerebrales son un tema en el que la seguridad de los corredores ha mejorado en los últimos años, y a pesar de que el francés quería continuar no se le permitió, ya que mostraba signos de lesión: "Lo que pasa con las conmociones cerebrales es que ahora tenemos que asegurarnos de proteger al deportista. No podemos decir que correrá en dos semanas, no se puede tomar esa decisión. Puede llevar tiempo. Esperemos que vuelva a competir pronto, pero no podemos ponerle un límite de tiempo".