Mathieu van der Poel se encuentra en estos momentos centrado en el ciclocross, con el objetivo de igualar el récord de Eric de Vlaeminck y convertirse en campeón del mundo por séptima vez en su carrera. Por el momento, ha ganado las cinco carreras en las que ha participado. Además, lo ha hecho paseándose en la mayoría de ellas. Pero el neerlandés no olvida que también le espera una intensa temporada de ciclismo en ruta por delante. Estas competiciones le sirven también como preparación.
En cuanto a la carretera, el Tour de Francia de 2025, al menos sobre el papel, es un recorrido más favorable para Van der Poel. Sin embargo, según el propio corredor de 29 años, su interés por seguir corriendo la Gran Vuelta francesa cada año no es tan fuerte como en otras carreras. En una entrevista en profundidad con Sporza, el líder del Alpecin-Deceuninck habla de su relación de amor-odio con el Tour de Francia.
"Es una carrera que realmente no me gusta", admite con sinceridad. "Aparte de intentar ganar etapas y vestir el maillot amarillo (dos cosas que ya ha hecho), no hay mucho que ganar para mí en el Tour. Prefiero correr 5 carreras en las que estoy compitiendo para ganar que 20 etapas en las que no estoy compitiendo por la victoria la mitad de las veces."
En sus dos últimas participaciones en el Tour de Francia, Van der Poel ha actuado con gran éxito como último líder de su compañero de equipo Jasper Philipsen, ayudando al belga a conseguir numerosas victorias de etapa y el maillot verde en la edición de 2023. "Con Jasper a bordo, mi objetivo siempre es ayudarle a ganar tantas etapas como sea posible", explica el ex campeón del mundo de fondo en carretera. "Eso me gusta y también me quita presión".
Van der Poel también insinúa que podría haber un primer viaje a la París-Niza en 2025. "Las nuevas carreras dan nuevos impulsos", concluye. "Por eso París-Niza podría ser una opción en lugar de Tirreno-Adriático, que ya he corrido unas cuantas veces".