El miércoles por la noche,
Mathieu van der Poel ganó el premio al deportista del año en la gala del deporte NOC*NSF. Así se anunció durante la gala anual. En ella, otros atletas pueden votar por su ganador personal, estos votos cuentan en un 50%. La otra mitad la determina un jurado profesional.
Van der Poel tuvo un año increíblemente exitoso, ganando el
Mundial tanto de carretera como de ciclocross. También ganó los monumentos Paris-Roubaix y
Milán-San Remo. El neerlandés dice que está muy contento de recibir el premio por segunda vez, pero que no puede igualar el trofeo de la
París-Roubaix. "Siempre doy a mis trofeos más bonitos e importantes un sitio bonito. Ese adoquín está en el gimnasio. No lo miro a menudo, pero el trofeo Jaap Eden también tendrá un buen sitio".
Concluye su agradecimiento mirando hacia adelante, hacia sus objetivos para la carretera y el ciclocross en 2024. "El año que viene no se trata sólo de los Juegos Olímpicos. Hay muchas otras carreras importantes en el ciclismo. Los Juegos son lo más importante en muchos deportes. En el ciclismo lo es un poco menos, aunque por supuesto no sería menos bonito proclamarse campeón olímpico. Lieja-Bastoña-Lieja e Il Lombardia serán normalmente casi imposibles de ganar para mí. Pero hace cinco años tampoco pensaba que hubiera ganado el resto", dice riendo.