"Mathieu es su primer gran amor": La divertida broma de la esposa de Wout van Aert sobre la relación con Van der Poel

La rivalidad entre Wout van Aert y Mathieu van der Poel ha dejado algunos de los momentos definitorios del ciclocross moderno. Pero, según Sarah De Bie, esposa de Van Aert, la relación entre ambos va mucho más allá de un simple duelo deportivo.

“Nos conocemos desde que Wout tenía diecisiete años”, dijo De Bie. “Pero se podría decir que Mathieu es su primer gran amor”, bromeó, en declaraciones recogidas por Wieler Revue. Fue un comentario en tono de humor, pero con raíces en una rivalidad que se extiende por casi dos décadas y cientos de carreras.

El propio Van der Poel nunca ha ocultado hasta qué punto sus carreras se han entrelazado. En declaraciones a Algemeen Dagblad, el neerlandés reconoció que las cifras detrás de su rivalidad son imposibles de ignorar. “Competimos uno contra el otro desde la categoría júnior, o incluso antes”, dijo Van der Poel. “El duelo con Wout lleva mucho tiempo.”

Esos enfrentamientos abarcan ahora categorías de formación, campeonatos élite y múltiples disciplinas, pero el ciclocross sigue siendo el escenario donde su rivalidad está más arraigada.

Su último duelo llegó el sábado pasado en la Copa del Mundo de Ciclocross de Amberes, donde Van der Poel volvió a imponerse como fuerza dominante.

Pese a partir muy atrás en la parrilla, el campeón del mundo remontó con rapidez antes de lanzar un ataque temprano y decisivo para marcharse solo. Desde ahí controló la carrera para firmar una victoria en solitario sin apuros, su segundo triunfo en la Copa del Mundo del invierno.

La carrera de Van Aert fue muy distinta. Un pinchazo a mitad de prueba frenó su pelea por la cabeza y le hizo perder tiempo en un exigente trazado de arena. Acabó séptimo en meta, mientras que el pinchazo tardío de Van der Poel nunca comprometió seriamente su ventaja.

Amberes no será su último cruce este invierno. Les esperan más duelos de la Copa del Mundo en Hofstade, Loenhout, Mol y Zonhoven, antes de que el foco se desplace inevitablemente hacia las clásicas de primavera en carretera.

La magnitud de su historia compartida explica por qué incluso los comentarios distendidos atraen tanta atención. Como profesionales, Van Aert y Van der Poel ya se han enfrentado 149 veces solo en ciclocross, con un total cercano a las doscientas contando su etapa juvenil.

Esa familiaridad extraordinaria sigue definiendo su relación —parte rivalidad, parte inevitabilidad— y garantiza que cada nuevo episodio añada otra capa a un duelo que se niega a desvanecerse.