Este domingo se disputará la etapa 9 del
Tour de Francia 2024, que pone fin a la primera semana de la Grande Boucle con una jornada de
gravel que ha levantado mucha polémica. En los alrededores de Troyes, el pelotón se enfrentará a varios sectores de sterrato y
Matej Mohoric, como experto de la disciplina, advierte de lo peligroso y perjudicial que puede ser para el desarrollo de la carrera.
Aunque es probable que los espectadores de la carrera ciclista más importante del mundo disfruten de una jornada magnífica, queda una duda por resolver. ¿A qué precio? Mohoric, actual campeón del mundo de gravel, parte como uno de los favoritos para ganar la etapa del domingo. Sin embargo, ni siquiera el esloveno está totalmente convencido de que una etapa así tenga cabida en el Tour de Francia.
"Los accidentes pueden ocurrir muy rápidamente, y esto puede condicionar la carrera. Así que si
Tadej Pogacar o
Jonas Vingegaard se estrellaran, probablemente sería una gran pérdida para el Tour de Francia, pero los organizadores decidieron incluirlo", valora el corredor del Bahrain Victorious en conversación con
Velo. "El gravel en sí está bastante compactado y no es demasiado malo. No creo que sea demasiado selectivo. El factor más limitante es que es estrecho".
Como ya se ha mencionado, Mohoric se hizo con el título mundial de gravel en 2023 y, como tal, partirá como uno de los favoritos antes de la etapa. Ex ganador de tres etapas en el Tour de Francia, el corredor de 29 años también sabe cómo hacerlo en las grandes vueltas. Sin embargo, no podrá lucir su maillot arco iris. "Es decisión de los organizadores. Estamos aquí para entretener a la gente y creo que esa etapa será una de las más vistas del Tour", dice Mohoric. "Debe ser frustrante para los corredores de la general ver una etapa como ésta en el Tour, porque les gustaría luchar en la montaña. Lo sabemos con mucha antelación, así que tenemos tiempo de sobra para prepararla".
"No creo que utilicemos ruedas especiales. Nuestra configuración de carretera será la más rápida en el circuito. El gravel es muy bonito y bastante suave. No es como los adoquines de París-Roubaix", concluye el esloveno. "Personalmente, lo veo como una gran oportunidad. No tengo nada que perder. Tampoco creo que sea lo suficientemente selectiva como para marcar la diferencia".