Los 7 momentos cumbre de la increíble carrera de Perico Delgado

Perico Delgado es uno de los mejores deportistas de la historia de España. Marcó a una generación en los años ochenta acercando al ciclismo a las televisiones con logros extraordinarios en el Tour de Francia y en la Vuelta a España. A día de hoy sigue siendo una figura de relevancia. A continuación, os damos siete pinceladas de siete momentazos que han marcado su gran carrera:

El Tour de Francia de 1988 supuso el mayor logro deportivo de la carrera de Pedro Delgado. Llegó a la ronda francesa como líder del Reynolds, tras haber sido segundo en la edición de 1987, y mantuvo una regularidad constante a lo largo de las tres semanas. Delgado tomó el maillot amarillo en la etapa alpina con final en Alpe d’Huez, tras una jornada decisiva en la que se consolidó como líder de la general.

A partir de ese momento defendió la primera posición frente a rivales como Steven Rooks y Fabio Parra, apoyado por un bloque sólido de equipo. Terminó el Tour con más de un minuto de ventaja sobre el segundo clasificado, logrando así la primera victoria española en la carrera desde Luis Ocaña y convirtiéndose en uno de los corredores más destacados del ciclismo internacional de finales de los años ochenta.

La Vuelta a España de 1985 fue la primera gran vuelta ganada por Delgado y el resultado que lo consolidó como corredor de referencia. En aquella edición destacó especialmente en la alta montaña, donde consiguió imponerse en la etapa con final en los Lagos de Covadonga, una de las jornadas más emblemáticas de la historia de la carrera.

Tras esa victoria pasó a liderar la clasificación general y, aunque cedió el maillot amarillo en días posteriores, recuperó el control de la prueba gracias a su regularidad y a su rendimiento en las etapas decisivas. Cerró la Vuelta como vencedor final y añadió además varias clasificaciones secundarias, marcando el inicio de su etapa más exitosa como corredor de grandes vueltas.

En 1989, Delgado regresó a la Vuelta a España en una temporada marcada por su papel compartido dentro del equipo. Tras el abandono de Miguel Induráin por caída, asumió el liderazgo y fue ganando peso en la clasificación general conforme avanzaba la carrera. Destacó especialmente en las etapas de montaña, donde consolidó su ventaja frente a rivales directos.

A lo largo de la prueba mostró una gran solidez, sumando victorias parciales y defendiendo el liderato hasta Madrid. Con esta victoria logró su segundo triunfo en la Vuelta a España y cerró una de las temporadas más completas de su carrera deportiva, sumando una gran vuelta más a su palmarés.

El Tour de Francia de 1991 marcó un punto de inflexión en la trayectoria de Pedro Delgado. A sus 31 años, asumió un rol diferente dentro del equipo Banesto, trabajando como gregario de Miguel Induráin, que afrontaba el Tour como líder único. Delgado puso su experiencia al servicio del equipo, especialmente en etapas de montaña y jornadas de control de carrera, contribuyendo a proteger a Induráin frente a sus principales rivales.

Ese Tour terminó con la primera victoria de Induráin en París, iniciando una serie histórica de cinco triunfos consecutivos. Para Delgado, supuso el cierre de su etapa como jefe de filas en el Tour y su integración en una nueva función dentro del ciclismo profesional.

El Tour de Francia de 1989 comenzó de manera anómala para Pedro Delgado. Vigente campeón de la carrera, llegó tarde a la salida del prólogo disputado en Luxemburgo, un contratiempo que tuvo consecuencias inmediatas en la clasificación general. Delgado tomó la salida con retraso y perdió más de dos minutos y medio respecto a los principales favoritos, una desventaja significativa en una prueba que acabaría decidiéndose por márgenes muy ajustados.

A lo largo de las tres semanas siguientes intentó recuperar tiempo en la montaña y en etapas clave, logrando mejorar notablemente su posición en la general. Finalmente terminó el Tour en tercera posición, lo que convirtió aquel prólogo en uno de los episodios más recordados de su carrera deportiva por el impacto que tuvo en el desarrollo de la prueba.

Durante la Vuelta a España de 1989, una de las jornadas más destacadas fue la etapa de alta montaña con final en Cerler. En esa etapa, Delgado consolidó su liderato frente a rivales directos, especialmente en un contexto marcado por la presencia de escaladores colombianos y por una carrera muy abierta en la clasificación general.

La subida final a Cerler fue uno de los momentos clave de la Vuelta, ya que permitió a Delgado ampliar diferencias y reforzar su posición al frente de la general. Esta etapa se convirtió en uno de los símbolos deportivos de aquella edición y quedó asociada de forma directa a su segundo triunfo final en la ronda española.

Tras su retirada como ciclista profesional en 1994, Pedro Delgado inició una nueva etapa vinculada al ciclismo desde el ámbito de la comunicación. Comenzó a trabajar como comentarista en las retransmisiones ciclistas de RTVE, participando en la cobertura de pruebas como el Tour de Francia, la Vuelta a España y otras competiciones del calendario internacional.

Su incorporación a Televisión Española se produjo inmediatamente después de su retirada, aprovechando su experiencia como corredor de grandes vueltas y su conocimiento del pelotón profesional. Desde entonces, Delgado ha mantenido una presencia continuada en las retransmisiones, convirtiéndose en una de las voces habituales del ciclismo en RTVE. Su trayectoria como comentarista se ha prolongado durante décadas y se mantiene activa en la actualidad (de momento).