Laurenz Rex fue el principal protagonista de la escapada de la 11ª etapa, iniciando el primer movimiento, reduciendo posteriormente el grupo a sólo dos (él y Veljko Stojnić), para deshacerse del ciclista serbio a 20 km y probar suerte en solitario, siendo alcanzado por el pelotón a menos de 5 km de la meta.
"El equipo me ha dado un gran impulso mental porque ayer me encontraba muy mal, fui uno de los primeros en ser distanciado, y me dijeron que eso podía pasar en una Gran Vuelta, que no era nada grave. Creo que mis piernas han estado realmente bien durante estas dos primeras semanas, fue realmente relevante mentalmente para mí, para demostrar que soy capaz de empujar, de tener buenas piernas", Rex confirma lo importante que fue el apoyo de su equipo después de las brutales condiciones meteorológicas durante la 10ª etapa.
"Entré en la escapada y apagué el cerebro. Nunca tuvimos más de dos minutos, y sentí muy pronto que tenía que ir solo al final, para demostrar que estaba ahí. Al final, me he visto recompensado con el dorsal rojo, así que creo que puedo estar contento con mi día", añadió.
"Esta noche voy a aprovechar para darme un masaje y dormir, porque el Giro es muy difícil, en estos momentos llueve a todas horas y muchos corredores están enfermos. Como corredor de clásicas, estoy contento de no enfermar fácilmente, así que me estoy divirtiendo, ¡y espero no sufrir demasiado mañana!" concluyó el corredor del Intermarché-Circus-Wanty.