El "territorio
Mathieu van der Poel" es claramente la etapa de primavera en cada temporada ciclista. La superestrella neerlandesa de
Alpecin-Deceuninck arrasa en las clásicas, triunfando también en los monumentos. Sin embargo, al neerlandés le ha salido un duro rival para 2025.
Laurence Pithie ha tenido una gran temporada este año con el Groupama - FDJ, mostrando un tremendo rendimiento a pesar de que ha tenido problemas con la resistencia. Pero con un año más en el bolsillo y un contrato con un potente
Red Bull - BORA - hansgrohe, el neozelandés aspira a igualar a los grandes nombres esta primavera, incluido el propio Mathieu van der Poel.
Pithie se ha mostrado como un corredor de calidad en las clásicas montañosas y los esprints. "Aunque me hubieran dicho al principio de la temporada que ganaría una carrera World Tour (Cadel Evans Great Ocean Road Race), que acabaría séptimo en Roubaix o que me pondría el maillot amarillo en París-Niza, habría firmado por ello de inmediato", dijo Pithie en una entrevista con Rouleur. Roubaix fue quizás la única gran clásica en la que no tuvo problemas con la duración y demostró de lo que es realmente capaz en las clásicas de primavera. En la Kuurne-Bruselas-Kuurne y la Gante-Wevelgem formó parte de los ataques ganadores, pero se resquebrajó en los momentos clave.
"Me hubiera gustado quedarme en el Groupama - FDJ, pero tuve problemas con muchos aspectos del equipo. Por ejemplo, la barrera del idioma. Este año, cuando me convertí en más líder, me di cuenta de que era difícil expresarme en otro idioma", admitió Pithie.
Red Bull - BORA firma un mercado brutal
El equipo francés también se ha reforzado este invierno con más corredores franceses de calidad, mientras que Pithie se unirá al equipo alemán, que ha fichado a varios especialistas en clásicas para la próxima primavera, como Jan Tratnik, Oier Lazkano y los gemelos van Dijke. Ellos formarán el grueso del bloque clasicómano y el corredor de 22 años está motivado para el nuevo reto.
"Cuando estás a un gran nivel y tus compañeros de equipo están a un gran nivel, te empujas mutuamente hacia arriba. No es que piense que voy a ser un líder y a abrirme camino en Bélgica. También me gusta trabajar para los demás", añade. Sus objetivos se sitúan sobre todo en primavera: "San Remo es donde empieza todo para mí en cuanto a las grandes clásicas".
Pero el grande, admite, es aquel en el que rinde al máximo en abril. "Y luego Roubaix. Puede ser a veces un poco una lotería, pero en este momento Van der Poel está en lo más alto del podio y domina los monumentos. Tengo muchas ganas de competir con él. Sé que es ambicioso y que soy joven, pero por algún sitio hay que empezar", concluyó.