El expresidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Brian Cookson, quien dirigió el organismo entre 2013 y 2017, ha sugerido que el ciclismo profesional debería reflexionar seriamente sobre la conveniencia de prohibir que los equipos incluyan nombres de Estados nacionales en sus denominaciones oficiales.
En su opinión, el deporte debe adaptarse a un contexto internacional cada vez más marcado por tensiones políticas y sociales que inevitablemente acaban por afectar a las competiciones.
Las
declaraciones de Cookson se producen tras las manifestaciones propalestinas que alteraron gravemente la Vuelta a España de 2025, obligando a neutralizar dos etapas y, de manera inédita, a cancelar la última jornada de carrera.
Según el exdirigente, los disturbios vividos en torno al equipo
Israel - Premier Tech son un reflejo de la vulnerabilidad estructural del ciclismo frente a conflictos que trascienden lo meramente deportivo.
El ciclismo como escenario expuesto
Cookson reconoció que la disputa entre Israel y Palestina es una cuestión de enorme calado político e histórico, imposible de resolver desde el ámbito deportivo:
“Esta situación específica en relación con Israel y Palestina es obviamente una enorme cuestión geopolítica, con raíces que se remontan a muchos, muchos años atrás, que en última instancia sólo puede resolverse a nivel gubernamental”.
El británico subrayó que el sentimiento de la opinión pública mundial ha crecido con una rapidez superior a la de las respuestas ofrecidas por los gobiernos de los países más influyentes. Esa brecha, dijo, empuja a muchos ciudadanos a expresar su indignación y descontento por cualquier vía a su alcance.
Y dado que las carreras ciclistas se desarrollan en carreteras abiertas, se convierten en “uno de los objetivos más fáciles” para este tipo de manifestaciones. Cookson recordó que no se trata de un fenómeno nuevo, sino de algo con un largo historial:
“De hecho, a lo largo de los años, las manifestaciones y los disturbios han tenido a menudo como objetivo las carreras de bicicletas”.
La diferencia actual, puntualizó, reside en la intensidad de las protestas y en la fuerza del sentimiento moral de los manifestantes, quienes han puesto el foco de manera directa en el patrocinador de un equipo, vinculando así al conjunto de la prueba y a todos sus participantes con la causa.
Las manifestaciones contra el equipo Israel - Premier Tech fueron claras protagonistas en la Vuelta a España 2025
Cookson admitió que el ciclismo, como deporte, carece de capacidad para resolver este tipo de conflictos internacionales:
“Esto no puede resolverse hasta que la propia situación geopolítica se resuelva. Y eso no puede ocurrir hasta que los gobiernos más influyentes del mundo utilicen su poder e influencia para resolverla”.
No obstante, advirtió que el ciclismo no puede quedarse de brazos cruzados y debe reforzar las medidas de protección de sus eventos.
“¿Qué puede hacer el mundo del ciclismo para detener, o al menos reducir, lo que podría convertirse fácilmente en una amenaza existencial para nuestro deporte? Más barreras, más seguridad, un mejor control de las multitudes: todas estas cosas pueden abordarse y mejorarse, a un coste”, explicó.
Cookson también dirigió un mensaje a los aficionados, instándolos a reflexionar sobre su comportamiento en las carreteras:
“Hace tiempo que pienso que el comportamiento de los ‘aficionados’ se ha ido de las manos en algunas partes de algunas carreras, independientemente de cualquier manifestación política u otras interrupciones deliberadas. Así que mirémonos todos en el espejo y reflexionemos seriamente sobre cuál es el comportamiento adecuado cuando se ejerce el privilegio de apreciar nuestro deporte en directo al borde de la carretera”.
El británico recordó que las protestas contra Just Stop Oil, que interrumpieron los Campeonatos del Mundo en Escocia 2023, demuestran que otras causas sociales o medioambientales podrían desembocar en episodios similares. Ante ese panorama, puso sobre la mesa una propuesta que él mismo calificó de controvertida:
“Suponiendo que el patrocinador del equipo en cuestión no decida retirarse, lo que parece poco probable, mi única idea es que quizá la
UCI debería considerar una nueva norma. Una norma según la cual ningún equipo profesional (fuera de los campeonatos del mundo u otros eventos representativos) pueda llevar el nombre de un Estado nación como título principal”.
Las protestas a favor de Palestina cancelaron la última etapa de la Vuelta a España 2025
Cookson señaló que otros deportes han sabido evitar estas asociaciones nacionales directas. Como ejemplo, mencionó al fútbol inglés, donde varios clubes de la Premier League pertenecen a países o fondos soberanos, pero ninguno utiliza el nombre del Estado como denominación oficial en la competición.
En la práctica, la norma afectaría únicamente a dos equipos del WorldTour actual: el UAE Team Emirates y el Bahrain-Victorious. Convencer a estas formaciones, dijo, sería complejo, aunque a su juicio sería lo mejor para la imagen del ciclismo a largo plazo.
“No tengo ni idea de si estarían o no de acuerdo. Esa es actualmente la única sugerencia que tendría para una forma relativamente rápida, parcial e indudablemente imperfecta de hacer avanzar las cosas”, concluyó Cookson.