Los finales de temporada siempre suelen traer consigo retiradas de los ciclistas más veteranos del pelotón. En esta ocasión, tras 2024,
Simon Geschke ha decidido poner fin a su carrera.
Tras 16 años, el ya ex corredor de 38 años de
Cofidis cuelga las ruedas. Conocido por su espíritu implacable y su determinación, Geschke, que ganó una etapa del Tour de Francia en 2015, reflexionó recientemente sobre su trayectoria y la evolución del ciclismo con
Rouleur mientras se prepara para la retirada.
Geschke compartió abiertamente sus sentimientos sobre cómo ha cambiado el ambiente en el ciclismo profesional a lo largo de los años. "Para mí, la sensación es que el deporte se ha vuelto menos divertido y que hay menos diversión entre los corredores", señaló. Reconociendo que el deporte ha crecido más rápido con los avances en equipamiento, entrenamiento y mentalidad, señaló un cambio en la cultura del pelotón.
"No es ningún secreto que el deporte se ha vuelto cada vez más rápido, el material, las bicis, los entrenamientos y las mentalidades de los corredores han cambiado con más campamentos de altitud, pero también hay menos fiestas, menos alcohol, menos diversión".
Según Geschke, el aumento de la intensidad y la presión en el ciclismo profesional ha cambiado la forma en que los corredores se relacionan y se relajan: "Todo es muy serio: todo el mundo está bajo presión por los contratos, los equipos están bajo presión con el sistema de descenso de la UCI; los patrocinadores tienen que estar satisfechos", explicó.
"Por supuesto, disfrutamos compitiendo en el Tour de Francia y en las grandes clásicas con toda la atención y los espectadores, pero la diversión ya no es la prioridad número uno. En mis primeros años, hacíamos carreras de resistencia y un poco de intensidad durante las concentraciones de diciembre, y luego tomábamos unas copas cada noche. No nos emborrachábamos mucho, pero nos quedábamos despiertos un rato. Así estrechábamos lazos. Ahora, en diciembre, entrenamos muy duro y quizá tomemos una cerveza una sola noche".
"Todo el mundo se ha dado cuenta de que si quieres seguir en el alto nivel, ya no puedes salir. Y, de todas formas, no hay nadie que quiera salir contigo, así que te ves obligado a quedarte en la habitación".