En el Tour de Flandes, los espectadores lanzaron cerveza a
Mathieu van der Poel en varias ocasiones, además de hacerle repetidas peinetas en el Oude Kwaeremont. En la
París-Roubaix, una mujer parece que le lanzó queriendo una gorra entre los radios de su bici.
Cuando el Campeón del Mundo rodaba solo a falta de 42 kilómetros, la victoria empezaba a parecer cada vez más segura. Había pocas cosas que pudieran impedírselo, como una caída o un accidente fortuito. Parece que la espectadora se preguntó lo mismo, y justo delante de la cámara de televisión lanzó lo que parecía una gorra a las ruedas del corredor del Alpecin-Deceuninck. Por suerte, no provocó una caída ni nada parecido, pero fue captado por la cámara e inmediatamente advertido por los aficionados y otras personas.
Es probable que la UNCP (Union Nationale des Cyclistes Professionnels) presente una denuncia, mientras que Adam Hansen se apresuró a escribir en X que "sí, tomaremos medidas contra ellos. Como hizo la CPA en Flandes". Mientras tanto, en palabras a GCN, el responsable de la CPA lo confirma: "Utilizamos las federaciones nacionales para llevarlos a los tribunales... Presentarán su denuncia a las autoridades locales y éstas harán una investigación completa. Encontraremos a esa persona, eso seguro".
El corredor australiano, que también fue la cara de la implementación de una chicane antes de la Trouée d'Arenberg recientemente, cuenta que este método ya ha funcionado en años anteriores, como por ejemplo el incidente del "Opi Omi" en el Tour de Francia: "Si nos remontamos a lo que ocurrió en el Tour de Francia, cuando un espectador derribó a Tony Martin, la UNCP llevó a esa persona a los tribunales y ganó el caso. Así que presentamos demandas y esa persona fue multada";