Urska Zigart es, con diferencia, la mejor ciclista esloveno que hay en el panorama actualmente. Viene de ganar los campeonatos nacionales tanto en la prueba en línea como en contrarreloj, donde se ha impuesto ya cuatro veces (2020, 2022, 2023 y 2024). Pero a la corredora del
Liv AlUla Jayco siempre le preguntan por
Tadej Pogacar. Y es que ser la pareja del número 1 tiene sus pros y sus contras. En una entrevista reciente, la mujer de 27 años reconoció que sufre mucho viendo las carreras de su novio.
El año pasado, tanto Pogacar como Zigart se proclamaron campeones eslovenos contrarreloj: "Pudimos calentar juntos, con las mismas personas que nos guiaron. Y la contrarreloj también fue en el mismo recorrido. De antemano esperábamos poder ganar los dos. Conmigo eso siempre es un poco más dudoso que con Tadej", confiesa en una entrevista para
Het Nieuwsblad.
Una de las ventajas de que ambos miembros de la pareja sean ciclistas profesionales es la posibilidad de asistir juntos a algunos de los campos de entrenamiento. "Para muchos ciclistas, un campo de entrenamiento en altitud es una carga, porque les aleja aún más de sus amigos y su familia. Nosotros tenemos la suerte de poder hacerlo juntos. Ahora fue en Isola 2000, cerca de nuestra casa en Mónaco. Por supuesto, cada uno siguió su propio programa de entrenamiento, así que no fue tan agradable como estar juntos en casa. Pero tenemos que aprovechar cada momento juntos".
"Me resulta estresante ver las carreras de Tadej", admite. "Si tengo que correr yo, sólo veo el resumen después y ya sé que todo ha ido bien por el camino".
En mayo, acabó perdiéndose la mayor parte del dominio de su prometido en el Giro de Italia. "También rellené bien el Giro de Tadej. Corrí la Itzulia del País Vasco y, cuando terminó, visité a mi familia en Eslovenia, donde no había estado desde hacía seis meses".