Hace unos días,
Mark Cavendish hizo historia al conseguir la 35ª victoria de etapa de su carrera en el
Tour de Francia, dejando atrás el récord que compartía con Eddy Merckx y quedándose como el corredor con más triunfos en la carrera más prestigiosa del mundo del ciclismo en solitario. Pero una de las personas más importantes de su vida no fue capaz de vivir ese momento en directo, y ella fue Peta Cavendish, la mujer del velocista del Astana Qazaqstan Team.
"Me resulta muy estresante, ver un sprint, no es algo que me haya gustado nunca", dijo Peta a la agencia
PA news. "Ahora estoy acostumbrada, pero no ver los últimos 100 metros fue probablemente lo mejor, porque no sé si mi corazón lo habría soportado. Habíamos tenido una sensación durante todo el día. Pocas veces puedo decir que he tenido esa sensación desde el principio del día hasta el final."
Doce meses después de que Mark se estrellara en el que se suponía que iba a ser su último Tour, todo encajó por fin en Saint Vulbas. "Me sentí muy aliviada", dice Peta. "No porque tuviéramos el récord. Todo por lo que todo el mundo había trabajado había salido bien... Siempre iba a haber más oportunidades, pero sentí alivio porque ya estaba hecho. Así como puedes disfrutar del sufrimiento de las próximas dos semanas y media, él podía intentar disfrutar de su último Tour de Francia sabiendo que había conseguido lo que se había propuesto."
La planificación de este momento comenzó casi en el momento en que Mark se rompió la clavícula en la octava etapa del Tour del año pasado. "No estuvo muy bien, pero sí mejor de lo que yo pensaba", recuerda. "Estaba como: ¿Qué hago ahora? Le miré y le dije: 'Creo que ya sabemos lo que hacemos ahora'. Él se limitó a decir: 'No lo sé, no lo sé'".