En una de las anécdotas más insólitas previas a una competición ciclista, Jules Hesters, del equipo Team Flanders-Baloise, vivió una experiencia inesperada antes de la salida de la Gante-Wevelgem. La mañana de la carrera, el ciclista belga se encontró atrapado en su habitación de hotel debido a un fallo en la cerradura de la puerta. Para poder salir y llegar a tiempo a la línea de partida, fue necesario recurrir a una escalera y así evacuarlo por la ventana.
A pesar de este contratiempo, Hesters mantuvo el sentido del humor y comentó para Sporza: “En lugar de tres cafés espresso dobles, hoy sólo hemos necesitado uno para despertarnos”. Gracias a la rápida intervención del personal del hotel y del equipo, el ciclista logró incorporarse a tiempo a la competición.
La Gante-Wevelgem de este año estuvo marcada por condiciones climáticas favorables, lo que propició una carrera rápida y emocionante. El danés Mads Pedersen, del equipo Lidl-Trek, se llevó la victoria tras una destacada actuación en solitario. Sin embargo, para Jules Hesters, la jornada será recordada no sólo por la competición, sino también por la inusual aventura que vivió antes de ponerse en marcha.