El tema principal de la semana en el mundo del ciclismo ha sido el recorrido del
Tour de Francia 2025. En París, la ASO dio a conocer las 21 etapas de la edición del año que viene, donde
Tadej Pogacar defenderá el título ante
Jonas Vingegaard,
Primoz Roglic y
Remco Evenepoel, de nuevo.
Entre los temas de conversación se encuentra una etapa que pasó a la historia como la más exigente de todos los tiempos, llevando al límite incluso a los corredores más fuertes.
Vuelven subidas famosas como el Mont Ventoux y el Col de la Loze, que infundirán miedo incluso a los mejores escaladores. Estas subidas legendarias prometen duras pruebas de resistencia, capaces de crear momentos dramáticos y de reorganizar la clasificación. Sin embargo, incluso con estos nombres emblemáticos, el recorrido de 2025 aún no ha superado la etapa con mayor desnivel de la historia del Tour de Francia.
Ese récord pertenece a la Etapa 18 del Tour de 1983, que discurrió entre L'Alpe d'Huez y Morzine, cubriendo unos asombrosos 6.400 metros de desnivel, según
La Flamme Rouge.
Ese día, los corredores se enfrentaron a un sinfín de duras subidas, que hicieron de la carrera una batalla de resistencia y agallas. Jacques Michaud se impuso en menos de ocho horas, lo que demuestra la extrema dificultad del recorrido. Laurent Fignon, por su parte, se impuso en la general y se adjudicó su primer título del Tour de Francia en un año marcado por la intensidad de la competición y la dureza del terreno. También fue el año en que el irlandés Sean Kelly se adjudicó la clasificación por puntos.
Aunque la edición de 2025 traerá sus propios retos, incluido el esperado regreso del Mont Ventoux y el Col de la Loze, la etapa de 1983 sigue siendo una referencia legendaria. Pero por ahora, la etapa 18 de 1983 ocupa su lugar como el día más desalentador de la historia del Tour, un recordatorio de las brutales exigencias que definen la carrera más emblemática del ciclismo.