A pesar de haber sido tres veces subcampeón de la
Vuelta a España (en 2018, 2021 y 2022),
Enric Mas no es considerado uno de los grandes favoritos para la edición de 2023. En parte debido a su caída en el Tour de Francia, en parte porque los grandes Primoz Roglic, Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel estarán bajo los focos en la salida de Barcelona, mientras que corredores de la talla de Juan Ayuso buscarán sus oportunidades.
"Tuve esa mala caída en el Tour, y me ha llevado un tiempo volver a mi máximo nivel", dijo Mas en rueda de prensa el jueves. "Vamos a ver cómo va todo en una carrera por etapas de tres semanas. Espero que mi cuerpo responda de la mejor manera posible".
Mas dijo que había pasado mucho tiempo sin montar en bicicleta tras su abandono en el Tour y que había empezado con un poco de trabajo de gimnasio, sólo para volver a estrellarse cuando derrapó en una línea blanca mientras entrenaba en Andorra.
"Me perdí la Vuelta a Burgos, ni hice antes el Giro ni el Tour, así que espero empezar la Vuelta sintiéndome más fresco que algunos de mis rivales", razonó.
"Necesito resultados para mí y para mi equipo. No puede ser que pase un año entero sin resultados después de todos los sacrificios que he hecho, tanto si esos resultados llegan en la Vuelta como en las Clásicas que vienen después", añadió Mas.
Concluyendo con una nota desafiante, dijo: "Tengo que seguir pensando que mis opciones de podio en la Vuelta son realistas. Tengo que empezar la carrera buscando la general, y luego, dependiendo de cómo se desarrolle la carrera, acabaré donde acabe adaptándome a lo que suceda".